La ministra de Salud, Carla Vizzotti, defendió este jueves la suspensión de las clases presenciales y afirmó que se tomó la decisión en base a "todo lo que se genera alrededor de las escuelas" los días que concurren los alumnos, en alusión a la aglomeración de padres en las puertas de los establecimientos educativos y al impacto en el sistema de transporte público.

"En el Gabinete siempre se discuten los temas y se ven todas las miradas. No es una decisión fácil. Hay que poner en valor las cosas que venimos analizando y, si bien el aula no es la principal fuente de infección, todo lo que se genera alrededor de las clases es lo que se ha tenido en cuenta y se ha ponderado para tomar esta medida", señaló la funcionaria nacional.

En declaraciones a la prensa tras encabezar un acto con su par de Defensa, Agustín Rossi, la titular de la cartera sanitaria afirmó que el regreso a la virtualidad durante las próximas dos semanas "fue algo que se ha discutido con todas las áreas y la decisión fue ésta. Esperamos en dos semanas ver cómo resulta", indicó. Y agregó: "Todos los gobernadores tienen la potestad de tomar decisiones tanto en la presencialidad como en cualquier actividad para evitar que aumenten los casos".

La suspensión de las clases presenciales comenzará a regir el próximo lunes y regirá para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) durante dos semanas. Vizzotti remarcó que las medidas restrictivas anunciadas en la noche del pasado por el presidente Alberto Fernández apuntan a "bajar los contagios para que el sistema pueda dar respuesta". "El riesgo es que el sistema de salud no pueda dar respuesta", alertó la funcionaria nacional.

Finalmente, la integrante del Gabinete señaló que "estos meses van a requerir muchísimo trabajo, consenso, comunicación y responsabilidad" tanto de los gobernantes como de la dirigencia política y la población. En ese sentido, insistió en que se deben adoptar medidas "en articulación de todo el Gabinete nacional en pos de la salud de la Argentina y en consenso con cada una de las jurisdicciones".

Más temprano, el presidente Alberto Fernández había reconocido que hay disidencias dentro del Gobierno por el tema de las clases presenciales y explicó que adoptó la medida de suspenderlas por dos semanas en el AMBA por la aglomeración de padres a la salida de las escuelas y porque los alumnos juegan a intercambiarse los barbijos.