Una tormenta sorprendió hoy al presidente Alberto Fernández y al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en medio de la declaración conjunta, que debió ser interrumpida por un breve período por la magnitud del ruido que generaba el aguacero al golpear contra el techo del salón en el que estaban.

La tradicional comunicación con la prensa transcurría con normalidad en un sector de Beit Aghion, la residencia del mandatario local en Jerusalén, hasta que una fuerte lluvia tomó de imprevistos a todos los presentes.

El techo vidriado del Salón de Usos Múltiples (SUM) del predio comenzó a ser golpeado por la fuerte tormenta, que interrumpió a Netanyahu.

"Claramente, no hay sequía en Israel", bromeó el primer ministro asiático, ante la risa de Alberto Fernández.

"Son piedras", aseguró la primera dama, Fabiola Yáñez, al Presidente, quien disintió en la evaluación del fenómeno meteorológico: "No, es lluvia, es lluvia".