Un juez autorizó a una presa en recuperación por el consumo de estupefacientes a viajar a un encuentro de una comunidad religioso - terapéutica contra las adicciones en San Luis como herramienta para una mejor vinculación con su pequeña hija.

La mujer, cuyo nombre permanecerá en reserva, fue autorizada para trasladarse a la ciudad puntana de Villa Larca entre el 16 y el 26 de enero próximos.

Allí “se llevará a cabo un encuentro comunitario y espiritual organizado por el Hogar de Cristo, sitio donde la nombrada se encuentra cumpliendo el arresto domiciliario al que se halla sometida”, explica el fallo, del Tribunal Oral número 29.

En ese grupo, explica la resolución, “mediante dinámicas reflexivas y grupos terapéuticos, se profundizará en la problemática de las adicciones, todo lo cual resultaría beneficioso para la rehabilitación”.

El juez Juan María Ramos Padilla, en un fallo unipersonal, consideró que “de manera excepcional, puede hacerse lugar a lo solicitado por el lapso requerido”.

La decisión –justificó- apunta a “favorecer la recuperación en lo que atañe al consumo problemático de sustancias psicoactivas cronificado en el tiempo; todo lo cual, de acuerdo con el informe social al que la defensa hizo alusión en su presentación, efectivamente viene ocurriendo”.

Además, la inusual medida busca “garantizar el bienestar de la hija menor de edad que la nombrada tiene y, consecuentemente, proteger el interés superior de esa niña”.

La mujer, madre sola, está actualmente en prisión domiciliaria justamente para cuidar a su hija y hace más de un año que no consume drogas, según los informes que constan en la causa.

El viaje a San Luis será comunicado al Programa de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica “a fin de que registren efectivamente los movimientos que durante el lapso en cuestión tendrá la nombrada”, dispuso el fallo.

El juez Ramos Padilla explicó en la resolución que “la función jurisdiccional (de los jueces) implica brindarle un servicio a la sociedad”.