El ex responsable de la fuerza de submarinos de la Armada cuando naufragó el ARA San Juan, capitán de navío Claudio Javier Villamide, destituido por su conducta en la tragedia, pidió la declaración de 11 testigos para fortalecer sus argumentos de defensa, pero desistió de ellos al día siguiente del triunfo de Javier Milei en el balotaje.

Villamide declaró el 13 de setiembre ante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez y propuso la declaración de “ex tripulantes del submarino (SUSJ), ex comandantes del (SUSJ),  comandantes de la Fuerza de Submarinos, o marinos también”.

Lo hizo en el marco de una ampliación de indagatoria en la que volvió a afirmar que el submarino que se hundió en noviembre de 2017 causando la muerte de sus 44 tripulantes “se encontraba apto para navegar y cumplir la misión asignada”.

“También el capitán (de fragata Pedro Martín) Fernández sostenía lo mismo, esto estaba documentado, el procedimiento para determinar la aptitud”.

Fernández estaba al mando del submarino cuando colapsó.

Villamide había pedido la declaración de los 11 testigos para refutar “ciertas observaciones”, 118 en total, sobre el funcionamiento del submarino que –según su versión- “no son causales del naufragio”.

La jueza Yáñez había hecho lugar a la citación de los primeros tres testigos, el capitán de navío retirado Carlos Alberto Frank, el capitán de corbeta Pablo Peral y el comodoro Julio Horacio Guardia.

Pero el 21 de noviembre, a las 12.29 –el primer día hábil tras la elección del nuevo presidente de la Argentina- el abogado de Villamide, Juan Pablo Vigliero, presentó un escueto escrito desistiendo de los 11 testigos.

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“Venimos a desistir la producción de la prueba testimonial oportunamente propuesta, por estrictas cuestiones de estrategia procesal que hacen a la defensa de nuestro asistido. En consecuencia pedimos que se dejen sin efecto las audiencias testimoniales”, sostiene el pedido.

Villamide fue destituido por el Consejo de Guerra al ser considerado “negligente en su accionar al evidenciar falta de cuidado o descuido de la tropa y equipamiento a su cargo”.

El Consejo le reprochó “no haber ordenado ni recomendado expresamente al Comandante del ARA San Juan la conveniencia de permanecer en superficie por un período limitado, manteniendo una comunicación a intervalos hasta definir un modo de acción que permitiese una navegación segura de regreso a puerto”.