Tras su salida del INADI, Victoria Donda dio su versión y habló de que su “desilusión viene de hace tiempo”
La ahora exfuncionaria cargó contra el Gobierno, justificó la cantidad de empleados del organismo que tuvo a cargo, elogió a Cristina y habló de la denuncia de su exempleada doméstica.
Luego de que se diera a conocer su salida al frente del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), en medio de un cruce de versiones dentro del oficialismo, Victoria Donda salió a responder que su “desilusión viene de hace tiempo” e hizo referencia al fuego amigo: “Lo que más lamento es que se haya tomado la decisión de discutir el espacio del INADI públicamente”.
Si bien desde Casa Rosada afirmaron que Donda "no renunció", sino que le pidieron dar un paso al costado en disconformidad con su gestión, la exfuncionaria expresó: “Mis posiciones políticas ya las conocen; las críticas que tengo a una parte del Gobierno no las escondo porque me parece que es bueno que se puedan hacer públicas. Siempre dije que iba a seguir siendo parte del Gobierno siempre y cuando pudiese decir libremente lo que pensaba”.
En ese sentido, además, apuntó contra “muchas de las decisiones que se toman de una parte del Ejecutivo” y aseguró que el cuestionamiento al organismo que lideraba “lo hicieron público primero quienes acompañan a Alberto Fernández, cuando deberíamos estar discutiendo otras cosas”, entre los que destacó a Juan Manuel Olmos, jefe de asesores de la Presidencia, con quien mantuve una tensa relación.
“Yo hoy debería estar hablando del chat en el cual Julián Ercolini, Martín Llaryora, Juan Bautista Mahiques y Marcelo D’Alessandro pergeñan una estrategia política para ocultar su viaje a Lago Escondido y la connivencia entre una parte del empresariado, una parte de Juntos por el Cambio y una parte del Poder Judicial”, aseveró y lamentó que se esté “discutiendo una interna del Frente de Todos (FdT) porque algunos decidieron hablar de ella públicamente”.
Elogios a Cristina y la justificación sobre la cantidad de empleados del INADI
Durante la entrevista, Donda también hizo hincapié en su vínculo con la vicepresidenta Cristina Kirchner, de quien supo ser detractora. “Es público que durante mucho tiempo fui muy crítica de Cristina y me he logrado sentar con ella y encontré una mujer que escuchó y no me reprochó mis posiciones”, marcó y paso siguiente la definió como “la arquitecta de la victoria del 2019 y hoy es la dirigente política que mejor interpreta la desilusión y los reclamos de una parte de la sociedad”.
En paralelo, abordó una de las polémicas por la cantidad de empleados del INADI, donde hoy trabajan 470 personas. “Quienes lo critican son aquellos que creen en un Estado chico”, justificó y apuntó, con críticas al Gobierno de Mauricio Macri, que cuando asumió “la biblioteca, que es ejemplo en el mundo, estaba en el subsuelo metida adentro de dos placeres en donde llovía; el subsuelo estaba inundado, cuando tenía que ser espacio de atención”.
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Sobre su gestión, destacó que “casos concretos hay muchos, pero uno de los más maravillosos fue la denuncia de dos personas LGBT que fueron echados a golpes de puño de un boliche en Mar del Plata. Logramos, junto a otro caso más conocido de dos chicos echados de una playa por besarse, firmar capacitaciones durante dos años con el personal de los hoteles, de los balnearios privados y de los boliches para evitar los casos de discriminación”.
Sobre la denuncia de su empleada doméstica
Victoria Donda habló de una de las polémicas que vivió en su momento, que fue la denuncia de su exempleada doméstica, quien la acusó de defraudación (“Me tuvo en negro 10 años, sin aumentos, aguinaldos ni vacaciones", llegó a decir) y ofrecerle un cargo en el Estado a cambio. “Nunca estuvo la oferta de que yo la lleve al INADI. Penalmente no pudieron probar nada, porque eran todas mentiras”, dijo.
En ese sentido, agregó: “Laboralmente, llegamos a un acuerdo que no se judicializó y tuvo la indemnización correspondiente a la ley”. Sin embargo, reconoció: “Lo que sí ocurrió, que fue una imprudencia de mi parte, es que ella al momento de irse me dijo que no iba a tener ninguna posibilidad de trabajar en ningún lado y yo quise consolar a una mujer en situación de vulnerabilidad que conocía hace 15 años. Fue una imprudencia, pero nunca ocurrió el hecho que ella describió en los medios”.