La Iglesia se mostró "profundamente conmovida" por la muerte de al menos 20 personas que consumieron cocaína adulterada y llamó a atender "el grave problema de las adicciones".

El encargado de referirse a la trágica situación registrada en el oeste del Conurbano bonaerense fue el propio presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el monseñor Oscar Ojea. "Estoy profundamente conmovido por la muerte de jóvenes y adultos por el consumo de droga adulterada", sostuvo el prelado.

A través de su cuenta de Twitter, el representante del purpurado señaló: "Rezamos a Dios por cada uno de ellos, especialmente por sus familias y por toda la comunidad que sufre. Rezamos también por quienes están internados en grave estado".

"Ver el modo como han fallecido estas personas nos cuestiona profundamente cómo se está viviendo el grave problema de las adicciones", remarcó el obispo de San Isidro.

Y agregó: "Frente a la tragedia que se está viviendo es necesario distinguir entre la oferta de droga que llamamos narcotráfico y la creciente demanda del consumo. Esto último tiene que ver con los problemas más profundos de nuestra sociedad: falta de horizontes humanos y laborales, profundas crisis familiares, el déficit enorme de nuestra educación, la profunda soledad y la necesidad de afecto".

"Estos son los temas que deben ser atendidos por una `mejor política´ como nos propone el Papa Francisco en Fratelli Tutti", concluyó Ojea.