Luego de que la Policía de la Ciudad reprimió hoy a un grupo de manifestantes que derribó el vallado montado frente a la residencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete porteño destacó "el buen accionar" de los efectivos policiales y consideró que actuaron "con firmeza y responsabilidad".

"Quiero destacar el buen accionar de la Policía de Ciudad, que actuó con firmeza y responsabilidad. Sólo se utilizó agua para  persuadir", enfatizó Miguel en declaraciones a la prensa.

Las declaraciones del jefe de Gabinete se produjeron luego de que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió esta tarde con agua lanzada desde camiones hidrantes y gases lacrimógenos a militantes que se habían congregado en cercanías del domicilio de Cristina Kirchner.

En ese marco, el funcionario porteño destacó: "Esta no es la policía de Larreta, es la policía de la Ciudad de Buenos Aires, lo aclaro porque muchos kirchneristas confunden el Estado con las personas".

Además, llamó a "la reflexión" a los funcionarios del Gobierno bonaerense que se encontraban en la manifestación: "En este contexto de tanta preocupación se han dedicado a incitar a la violencia, incluso presentándose y mezclándose con los violentos que atacaron a uno de las instituciones de la República como es la Policía de la Ciudad".

"Por favor, a la reflexión para evitar seguir tirando nafta al fuego, seguir provocando, es lo último que necesita la Argentina. Tenemos que trabajar juntos por la paz social", puntualizó.

Además, Miguel indicó que los uniformados intervinieron con la colocación de vallas porque tuvieron había una posibilidad de "conflicto entre argentinos" y aclaró: "Lo que vimos hoy es que hubo manifestación pacífica hasta que llegaron los violentos de siempre, que atacaron policías, que rompieron vehículos de la policía, tiraron vallas y piedras.

Al ser consultado acerca de si el vallado se podía tomar como una provocación por parte del Gobierno de la Ciudad respondió: "De ninguna manera. El accionar de una de las instituciones del Estado nunca es una provocación".

"Es el accionar frente a una situación donde el barrio había perdido la convivencia en tranquilidad y armonía, justamente fue para devolver esa armonía. Lo único que se hizo fue vallar y tener presencia policial. De ninguna manera fue una provocación. Fue para garantizar el orden público, la paz social y que no haya ninguna confrontación entre argentinos", argumentó.

En ese marco, Felipe Miguel explicó: "En algún momento se tomó la decisión de poner orden a una situación que se había desbocado, había escalado demasiado. Los vecinos nos reclamaron en muchísimas oportunidades, con denuncias, porque no se podía dormir porque hasta las 3 estaban con fuegos artificiales y batucadas".

"Había que poner un límite y se hizo de manera pacífica para ordenar, pero los violentos llegaron. El límite es y va a seguir siendo siempre en la Ciudad de Buenos Aires la violencia. Vamos a reagrupar a la policía para seguir con las tareas necesarias para poder garantizar la paz", manifestó.

Por último, precisó que "la policía va a sostener su actuación y va a garantizar en el barrio la convivencia en paz y tranquilidad".