A través de una columna editorial el diario británico, The Economist, criticó duramente al kirchnerismo por el congelamiento de precios en más de 1.400 productos hasta enero del 2022 y también sobre otras medidas económicas tomadas. La disposición fue impulsada en los últimos días por el secretario de comercio interior, Roberto Feletti para retener la suba desmedida de la inflación.

“La definición de locura, según Albert Einstein, es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente”, así comienza el artículo y continua: “El gobierno peronista de Argentina parece encontrar esta simple regla tan desconcertante como otros encuentran la teoría general de la relatividad".

A su vez la columna destaca que estas medidas fueron impulsadas luego de la derrota del oficialismo en las PASO y aseguran que “la lección que extrajo Cristina Fernández de Kirchner, la poderosa vicepresidenta que ocupó el máximo cargo de 2007 a 2015, fue que el Gobierno había intervenido muy poco en la economía". Pese a eso, sostienen que el congelamiento de precios permitirá culpar a las grandes empresas por la suba de precios.

"El país ha estado aquí antes. La inclinación del peronismo por el proteccionismo, los subsidios y la sujeción del tipo de cambio significa que Argentina sufre déficits fiscales crónicos y escasez de divisas. Entonces, ¿por qué repetir una receta fallida?", se preguntó el diario.

Luego de aquella pregunta, ellos mismo respondieron que el sector del kirchnerismo representa intereses que se benefician de la protección de industriales establecidos o son mitigados por subsidios y que, aunque este congelamiento permite una especie de estabilidad, en realidad genera hiperinflación. Según The Economist estas medidas se las denomina “Estabilidad artificial”.  

Para continuar con la crítica, el diario resalta que 8 de los últimos 10 años Argentina no estuvo aumentando los salarios, mientras que la inflación sube en gran escala sin conocer un techo, permitiéndose así que haya más pobres en el país.

También no dejó atrás a Alberto Fernández y apuntó que “el presidente proxy, instalado por la señora Fernández, ha perdido credibilidad por su mal manejo de la pandemia y porque, mientras imponía ‘medidas draconianas’, mantuvo en Olivos una fiesta de cumpleaños de su pareja".

Para finalizar la revista se preguntó si los argentinos “por fin” se habían cansado de las políticas fallidas de los krichneristas, aunque también señaló a Mauricio Macri por el proceso lento que tuvo para reformar el Estado con medidas que golpearon al país.