Es posible observar que los "pseudo-mapuches" han tomado ventaja sobre la pobre gente que vive en la zona, donde un buen número ha adquirido tierras comprándoselas a dirigentes comunidades mapuches. Hoy en día son agredidos, ocupados y asaltados. La jueza ordenó el desalojo y las fuerzas actuaron con absoluta corrección. Los detenidos son quienes quedaron abandonados en la huida, la mayoría mujeres.

La RAM de Jones Huala, por otro lado, ha quemado máquinas viales en Cerro Otto y ha insistido con la resistencia armada.  Jones Huala obtuvo la libertad condicional cuando fue defendido de la Embajada argentina durante su detención en Chile y ahora ejerce terrorismo como prófugo en la Argentina. Asimismo, su abogada era Elizabeth Gómez Alcorta, quien recientemente renunció al gabinete de Alberto Fernández. En tanto, se trata de una situación muy compleja donde el Gobierno Nacional actúa incoherentemente reconociendo las reivindicaciones de los mapuches sobre tierras de las cuales no son dueños como han hecho los ingleses inventando la República de las Falklands. Tanto nuestra Patagonia como las Malvinas no son de los mapuches ni de los ingleses, son de la República Argentina.

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En conclusión, resulta imprescindible que el Congreso se involucre. Hay que tener en cuenta el artículo 75 de la Constitución de 1994 que establece el respeto a los pueblos originarios y la dación de tierras. Los hay en todo el país y solo un grupo recurre a la violencia. Es necesario separar la paja del trigo. Está en riesgo nuestra integridad territorial. Siendo esta zona la mayor reserva de gas del mundo, donde se puede hacer hidrógeno verde, donde hay agua y tiene hermosos paisajes: ¿Quién está detrás de esto? ¿Quiénes son los interesados en movilizar a los terroristas para aprovecharse de gente humilde y necesitada?