Taiwán: el tema tabú en la relación entre Argentina y China
Los comunistas de Beijing aceptan hablar de préstamos en yuanes, de bases no tan secretas en la Patagonia, del desequilibrio comercial y de Malvinas, pero no de la autodeterminación de Taiwán.
La canciller Diana Mondino retomó los contactos con el embajador de China en Argentina, Wang Wei luego que la ministra de relaciones exteriores fuera ambigua al precisar que nunca se reunió con Florencia Miao-hunga Hsie, titular de la oficina Comercial y Cultural de Taiwán, en nuestro país.
Los voceros de Cancillería negaron a NA enfáticamente que Diana Mondino haya recibidio a la funcionaria de Taipei, capital de Taiwán desde el año 1949,y, desde Beijing, donde se asienta el poder de la República Popular se difundió que, "Argentina ha aclarado a China que simplemente es una exageración y reiteró que el gobierno argentino valora su relación con China”, según declaró públicamente la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning.
Ahora bien, mientras Mondino intenta relanzar la relación de la Argentina con China bajo la administración de Javier Milei con temas que interesan al ministro de economía, Luis Caputo como la liberación de cerca de 6500 millones de dólares correspondientes a una parte del swap de monedas con la potencia asiática y una solución por el enorme saldo comercial deficitario que acumula la Argentina desde hace años, en Beijing, no conformes con las importaciones que realiza Buenos Aires, amenazan al gobierno con dejar de comprar soja y carne a nuestro país si continúa coqueteando con la independencia de Taiwán.
Tanto nerviosismo de los funcionarios del gobierno de Beijing se produce por la inminente votación del sábado 13 de enero en Taiwán donde se elegirá presidente en unos comicios que interesan no sólo a China sino también, a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
El giro ideológico de la presidencia de Javier Milei por priorizar las relaciones con naciones democráticas, capitalistas y que no avalen los regímenes autocráticos pone en contradicción el sostenimiento de las relaciones carnales con China que realizaron las administraciones kirchneristas.
Y, en ese contexto, Taiwán es el tema tabú en la relación entre los dos países. La delgada línea roja que no se debe traspasar para enfriar las relaciones entre China y Argentina. Por ello, las alarmas sonaron en la embajada de Beijing en Buenos Aires cuando el diputado de la provincia de Buenos Aires, Agustín Romo, se entrevistó con la representante comercial taiwanesa.
Romo no es una figura menor de La Libertad Avanza, fue el encargado de la exitosa campaña digital de Javier Milei y se lo veía en los principales discursos del presidente durante sus actos proselitistas, ubicado justo detrás de él, junto al economista experto en relaciones internacionales, Iván Dubois. Eran los dos jóvenes dirigentes elegidos por Javier Milei para recitar de memoria la definición de liberalismo según Alberto Benegas Lynch (h).
Pues bien, para China como para el resto de la humanidad, el diablo se esconde en los detalles y la desmentida ambigua de Diana Mondino, ratificada de manera categórica por la representante comercial de Taiwán en el país Florencia Miao-hunga Hsie., que afirmó "El día 26 de diciembre pasado no tuve reunión con la Sra. Canciller en la cancillería. Ojalá me recibiera algún día”, no parece conformar de ningún modo a los funcionarios comunistas de Beijing.
Por canales extra oficiales comenzaron las presiones sobre el gobierno argentino al recordarles que China ya le está comprando mas soja y maíz al Brasil de Lula da Silva. Los embarques de granos brasileños alcanzaron a 8.79 millones de toneladas, lo que implica más del 35% de las importaciones de esos granos del gigante asiático y comenzó a tejer acuerdos para comprar carne australiana y ganado en pie de Uruguay, movimientos que ya han sido anotados por los exportadores argentinos.
De esta manera, China busca nuevos socios comerciales ante la eventualidad que al gobierno argentino se le ocurra defender la independencia y autodeterminación del pueblo taiwanés.
Posibilidad que Beijing niega de plano por considerar que Taiwán, un territorio de 23 millones de habitantes, situado a solo 180 kilómetros de la costa china y que se ha tornado fundamental para la cuarta revolución industrial que atraviesa la Humanidad, es considerado como propio. Parte de una China territorial indivisible.
Taiwán es líder en la industria de los semiconductores con las empresas MediaTek y TSMC que lograron destruir el plan de China por dominar la industria de los chips informáticos y se volvieron proveedores fundamentales de firmas occidentales como, Apple, NVIDIA, AMD, Qualcomm e, incluso, Intel.
En ese poder económico reside su fortaleza independentista y el sábado 12 de enero tres políticos se disputarán la presidencia en esta votación a una sola vuelta: el vicepresidente saliente, Lai Ching-te, del Partido Progresista Democrático (PPD); el ex policía Hou Yu-ih, del Kuomintang (KMT); y el líder del pequeño Partido Popular de Taiwán (PPT), Ko Wen-je.
El vice saliente es el gran favorito, es independentista y el gobierno de Xi Jinping instó a los electores de Taiwán a tomar “la decisión correcta” y describió al favorito Lai Ching-te como “un grave peligro” por su postura en defensa de la autodeterminación de la isla.
Con respecto a las presiones sobre Argentina para que no se inmiscuya en esta batalla por la libertad de los habitantes de Taiwán, el gobierno de Beijing realiza una forzada analogía con la situación colonialista que sostiene el Reino Unido en las Islas Malvinas.
Además de comparar de manera análoga las dos situaciones, China advierte, " La adhesión al principio de Una Sola China es la política de Estado de Argentina, al cual China expresa aprecio y agradecimiento y seguirá dando firme apoyo al reclamo justo de soberanía de Argentina sobre las islas Malvinas”.
La Canciller Mondino está anoticiada. Con China se trata de una relación bajo los términos del quid pro quo, alocución latina que significa literalmente la sustitución de una cosa por otra. Si el gobierno de Milei quiere seguir teniendo el patrocinio de Beijing contra el Reino Unido por Malvinas debe hacer silencio y mirar para otro lado con Taiwán.