Con Ciccone fuera del camino, la China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC) se adjudicó  la impresión de billetes de $20.000 para Argentina. La compañía china superó ampliamente a sus competidores internacionales, como la Casa de Moneda de Brasil y la estadounidense Crane, gracias a una oferta significativamente más baja.

Esta decisión, que se enmarca en la búsqueda de economizar recursos por parte del gobierno argentino, generó cierta polémica. La adjudicación directa a la empresa china, sin licitación pública en el segundo contrato, es cuestionada por algunos sectores.

La competitividad de la oferta china, sumada a las dificultades financieras del país, llevaron a que otras empresas internacionales se retiren del mercado local. Algunos analistas señalan que esta situación podría generar una dependencia excesiva del país respecto a China en la producción de su moneda.

El vínculo entre Argentina y China se fortaleció en los últimos años, y este contrato es un claro ejemplo de esa relación. El gobierno argentino, liderado por Javier Milei, priorizó el acercamiento a China en busca de inversiones y financiamiento.

Es importante destacar que la decisión de imprimir billetes de alta denominación es una medida controvertida, ya que algunos economistas advierten sobre los riesgos de fomentar la inflación y la informalidad en la economía. Sin embargo, el gobierno argentino justificó esta medida como una respuesta a la creciente demanda de efectivo en un contexto de alta inflación."