Las autoridades del Senado preparan una sesión para el 9 de diciembre para tomarle juramento a los senadores electos en los comicios legislativos y tratar una extensa agenda de temas, entre ellos, 116 decretos del presidente Alberto Fernández que el bloque del Frente de Todos quiere convalidar antes de perder la mayoría que ostenta actualmente.

El Senado no sesiona desde antes de las elecciones legislativas y, si bien no hay por el momento una convocatoria formal, fuentes parlamentarias confirmaron a NA que la decisión de volver a reunir al pleno un día antes de que cambie la conformación actual se tomó el pasado jueves, durante una reunión del bloque oficialista que lidera la vicepresidenta Cristina Kirchner.

La necesidad de realizar al menos una sesión más antes del recambio había sido conversada previamente entre el jefe de la bancada del Frente de Todos, José Mayans, y su par del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff: se preveía para la próxima semana pero se postergó para unificarla con la jura de los senadores electos, que asumirán formalmente el 10 de diciembre.

Esa será la primera particularidad de la sesión, dado que el reglamento establece que la jura de los senadores electos se realiza el 29 de noviembre, pero el cambio de las fechas de las elecciones legislativas de este año a causa de la pandemia llevó a postergar unos días esa ceremonia.

La segunda particularidad es que la sesión se llevará a cabo en el último día con mayoría oficialista, lo cual será aprovechado por el Frente de Todos para darle aval parlamentario en un solo trámite a 116 decretos del Poder Ejecutivo cuya aprobación se demoró por la campaña electoral.

Los decretos son sobre temas muy diversos: entre ellos hay varias ampliaciones presupuestarias que dispuso el Gobierno; la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias; la prórroga de la prohibición de despidos; la derogación sobre una medida de la gestión anterior respecto de Migraciones; aumentos jubilatorios y medidas de aislamiento por la pandemia.

Por ley los decretos del Poder Ejecutivo tienen que ser aprobados por alguna de las dos cámaras del Congreso para tener plena validez y, desde el inicio del gobierno de Fernández, ese trámite siempre se dio en el Senado por la holgada mayoría del oficialismo que le permitió a Cristina Kirchner manejar los tiempos y las formas.

Esa mayoría dejará de ser tal el 10 de diciembre, cuando el bloque oficialista pasará de tener 41 senadores a 35, dos menos de los necesarios para abrir una sesión, mientras que la principal bancada opositora crecerá de los 26 escaños que tiene hoy a los 31.

Por ello, el Frente de Todos apuró el tratamiento de los 116 decretos en un solo paquete en la Comisión Bicameral de Trámite Parlamentario la semana pasada, con el fin de dejarlos listos para aprobarlos en el Senado.

El bloque de Juntos por el Cambio se retiró de aquella reunión tras plantear su rechazo a tratar todos los decretos en "un trámite exprés" y "de manera conjunta", como expresaron Naidenoff y el diputado del PRO Pablo Tonelli.

De esta manera, la principal bancada opositora anticipó su postura en contra del intento del Frente de Todos de aprobarlos antes del recambio legislativo, lo que fue cuestionado por el oficialismo al considerar que la reacción es una movida política.

En ese contexto, el bloque de senadores del oficialismo buscará hacer valer su mayoría en el último día para evitar eventuales inconvenientes cuando los números del recinto se modifiquen.

Además, para la sesión se prevé incorporar numerosos proyectos solicitados por algunos de los senadores que se despiden de la Cámara alta, tanto del oficialismo como de la oposición, razón por la cual dedicaron la última semana a reunir a las comisiones para darles dictamen y dejarlos listos para su aprobación.