Esta semana José Ber Gelbard fue mencionado por Silvina Batakis como el mejor ministro de economía que tuvo el país, lo que generó un nuevo debate signado por las polémicas. Al respecto, habló su hijo Fernando, que hizo un extenso repaso sobre el recuerdo de su padre como funcionario del tercer gobierno de Perón, la violencia en los años setenta, la situación del país, del gobierno actual y de Cristina Kirchner.

Mi padre hizo una política (económica) agresiva por el bien del país: desarrollar la industria, vender, hacer negocios. Es decir, hacer todo lo que en otras épocas no se hizo de una manera tan fehaciente”, destacó. “Hizo un pacto sobre el congelamiento de precios por dos años, no se trató de un decreto, fue un pacto”, agregó sobre el recordado congelamiento de precios y salarios por un período de dos años que hizo como titular del ministerio de Economía, cargo que ocupó previamente también con Héctor Cámpora.

RODRIGAZO, LÓPEZ REGA Y EXILIO EN ESTADOS UNIDOS

Por otro lado, abordó las criticas de quienes dicen que la gestión política de su padre terminó con el Rodrigazo, que representó una devaluación del 63% del peso respecto del dólar, aumento de tarifas de servicios públicos del 75% y combustibles en un 181%. “Terminó con la muerte de Perón, no con el Rodrigazo. Mi padre decía que Perón tenía que haber vivido diez años menos o diez años más. Con Perón vivo, estaba la autoridad suya para hacer todo lo que se estaba haciendo. Muerto Perón terminó todo, faltó su autoridad y se descalabró todo”, dijo.

En una charla con Radio Rivadavia, Gelbard hijo explicó las razones por las cuales su padre no fue perseguido por la Triple A de José López Rega pese a haber sido un dirigente del Partido Comunista. “López Rega era amigo de mi papá, eran cosas raras que pasaban. Una vez López Rega me dijo 'Fernandito, no lo vamos a tocar a tu papá'. Y así fue. Tal fue así que tras la muerte de Perón yo quedé amigo con López Rega”, marcó.

Fernando, que vive actualmente en Los Ángeles, también describió el momento en el que su familia tuvo que exiliarse en Estados Unidos luego de que supieran que se aproximaba el Golpe de Estado Militar, concretado finalmente el 24 de marzo de 1976: “Mi padre un día nos dijo 'va a haber un golpe militar y va a ser muy sangriento, nos vamos a tener que ir poque nos van a matar a todos'. Y así fue. El último miembro de la familia se fue en febrero, pero la mayoría se fue bastante antes”.

Según Fernando Gelbard, la Argentina “no tiene ninguna solución” por “ambiciones personales e incompetencia”
Padre e hijo. La familia Gelbard fue perseguida y tuvo que exiliarse en Estados Unidos tras la muerte de Perón. (Fuente: gentileza Fernando Gelbard / Perfil)
LA CLASE POLÍTICA, EL GOBIERNO Y CFK

Fernando se convirtió en un famoso músico de jazz y productor discográfico en Estados Unidos, además de haber tenido un paso como embajador en Francia durante la presidencia de Carlos Menem. Tras recordar los años de su padre como funcionario, habló del presente de la Argentina, hoy sumergida en una crisis política y económica a partir –entre otras razones de la interna– que vive la alianza gobernante del Frente de Todos.

Lo que yo veo de acá es que por ahora no es para darles ánimos, no tiene ninguna solución. Son ponchazos en la niebla”, apuntó. Luego, dijo que el país tendría otra esperanza si no hubiera “una cantidad de personajes nefastos complicados que roban y no hacen, gente incompetente y gente competente que no la deja hacer”. En paralelo, aclaró que él no es peronista, como su padre, “en el que confío Perón porque –justamente– no era peronista” y que su padre “hoy no elegiría ningún partido político de los que hay”.

Fernando Gelbard puntualizó sobre la escalada de internas en el oficialismo, que tiene en el centro de la escena a la disputa entre presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, que alcanzó un pico de máxima tensión con la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. “Yo veo que no se ponen de acuerdo, se pelean, cómo podés pensar que esa gente va a trabajar para ayudar al país y a la gente. Dónde terminan las ambiciones personales y donde comienza el bien del país. Hay ambiciones personales e incompetencia”.

Finalmente, dijo que hay un proceso inverso al que se vivió en la época de Perón, que “decidió ir a buscar cerebros a Europa” y desarrolló diversas industrias, mientras que hoy “el proceso hoy es totalmente al revés”. Por otro lado, destacó que “Hay mucha gente capaz e inteligente en la Argentina pero no tiene poder” y se preguntó: “¿Dónde ves hoy gente que tenga el poder y haga lo que hay que hacer?”.

Finalmente, hizo un análisis sobre la figura de la vicepresidenta. “Cristina tiene mucho poder. Si ella no estuviera preocupada por los juicios que le están haciendo, probablemente se podría estar haciendo cosas productivas. Pero me de la sensación que ella está muy preocupada por su persona, por su situación jurídica, que le lleva toda su energía”, concluyó.

Escuchá la entrevista completa