El embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, remarcó este miércoles que su rol no es "polemizar" con el presidente del vecino país, Jair Bolsonaro, ante sus críticas al Gobierno de Alberto Fernández, sino trabajar "con pragmatismo, más allá de las diferencias ideológicas".

"Mi esfuerzo no está puesto en polemizar ni en dar respuestas públicas a estas declaraciones, sino lo que busco en cada ámbito que tengo es explicar la agenda económica, social, productiva de nuestro país", sostuvo el ex gobernador bonaerense.

En declaraciones radiales, el diplomático recordó que cuando asumió la representación en Brasilia "era el momento más difícil en décadas" entre ambos países.

"Pero, como lo hago habitualmente, busqué descomprimir", destacó el ex vicepresidente, quien afirmó que llevó adelante su tarea a partir de "un diálogo franco, directo, sincero con el presidente Bolsonaro inicial".

En ese sentido, hizo hincapié en que el objetivo es "aumentar el volumen de comercio bilateral, más allá de las diferencias ideológicas, con pragmatismo".

E insistió: "Más allá de las declaraciones, más allá de algunas instancias puntuales, la realidad es que se sigue avanzando en forma muy intensa. Si vamos a las cosas concretas, se puede analizar con cualquier indicador el nivel de avance que está teniendo la relación".

Al referirse a las críticas que hizo Bolsonaro sobre el manejo de la pandemia de coronavirus por parte del Gobierno argentino, el embajador afirmó que Alberto Fernández "se ha hecho cargo con su decisión, con coraje, buscando determinadas prioridades que tiene que ver con poner de pie a la economía y abordar la problemática de la pandemia".

"La primera etapa fue adecuar el sistema de salud para que no colapse y esta segunda etapa es la llegada de distintas vacunas a nuestro país", añadió.

Tras destacar que se recuperó el comercio bilateral y que "Brasil vuelve a ser el socio número uno de la Argentina", Scioli explicó: "Esto no es casualidad, porque la Embajada conmigo a la cabeza tiene una impronta de salir a vender, de que nos vengan a comprar, ampliar mercados dentro de Brasil, por ejemplo el nordeste, una población con más de 60 millones de habitantes. Yo personalmente voy a los supermercados, visito a los presidentes de las empresas. Ya estuve en 12 estados con sus gobernadores, con sus prefectos y con las cámaras binacionales".