El Concejo Deliberante del municipio de San Isidro discute este viernes la reforma el Código de Ordenamiento Urbano (COU), que es fuertemente resistido por vecinos de la localidad bonaerense.

La administración del intendente, Ramón Lanús, impulsa la modificación del reglamento urbanístico, presentado luego de reuniones con habitantes de la zona que se oponen a la iniciativa.

Las reformas propuestas por la Intendencia, que incluyen aumentos en la densidad poblacional, flexibilización de alturas de edificaciones y reducción de los requisitos de cocheras, son percibidas como una "amenaza al carácter residencial del distrito 
y a la calidad de vida de sus habitantes".

El proyecto ingresó al Concejo Deliberante el 20 de noviembre y seis días después fue presentado ante la Comisión de Planeamiento Urbano. 

El concejal de Acción Vecinal Walter Pérez se expresó en contra de la modificación y sostuvo que “es un maquillaje”.

“Este código esconde una mayor densidad de unidades de menor medida, tanto departamentos como lotes en zonas hiper residenciales, además de menos cocheras y más altura. Esto es un combo que va a cambiar la fisonomía”, indicó Pérez.

El concejal de Acción Vecinal Walter Pérez.
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / Juan Vargas.

Entre las críticas se destaca que las reformas representan un riesgo para la identidad de sus comunidades, al considerar que la tranquilidad y el equilibrio urbano han sido siempre valores fundamentales. 

Además, entre los puntos más cuestionados se encuentran la posibilidad de construir edificios sin límite de altura, menos cocheras, mayor densidad en barrios residenciales, cambios encubiertos en Áreas Industriales y más metros edificables en zonas residenciales.

También se critica el aumento de la cantidad de habitantes y de metros construibles en barrios residenciales linderos a zonas comerciales, como en Av. Libertador, Av. Santa Fe, Av. Centenario, entre otras, alterando la convivencia y el carácter de estos sectores.

Si bien el proyecto incluye algunas medidas consensuadas, como la protección de la costa y la declaración de áreas intangibles de protección ambiental, como la barranca, los vecinos exigen mayor claridad, equidad y debate. 

En barrios como Las Lomas, La Horqueta y Santa Rita, las modificaciones al COU son vistas como una amenaza a la identidad barrial y la calidad de vida de los vecinos.

Concejo Deliberante de San Isidro durante el tratamiento del nuevo Código Urbanístico.
Fotografía: Agencia Noticias Argentinas / Juan Vargas.

Las propuestas que permitirían un aumento en la densidad poblacional y la construcción de viviendas en lotes más pequeños generan inquietud, ya que se teme perder el carácter residencial de estas zonas.

En otras localidades, el temor no solo se centra en el impacto inmediato, sino también en las consecuencias a largo plazo, como la pérdida de espacios verdes, la presión sobre colegios y servicios de salud, y el riesgo de que el patrimonio arquitectónico y cultural se vea comprometido.