Repudian al SUPA por desatar una "batalla campal" en pleno puerto de Buenos Aires

Sindicatos portuarios repudiaron y rechazaron enérgicamente los actos de violencia que desató el SUPA, que encabeza Juan Corvalán, en el playón de ingreso a las instalaciones de Terminales Río de la Plata (TRP) en Puerto Nuevo, dejando varios heridos producto de su accionar. Se escucharon detonaciones de armas de fuego.

En ese sentido, la Comisión Directiva del Sindicato de Guincheros y Maquinistas de Gruas Moviles (SGyMGMRA) emitió un comunicado donde repudia los hechos de violencia que se produjeron en el Puerto de Buenos Aires.

"A partir de actitudes irresponsables de una organización sindical de convocar a marginales, vándalos , mezclándolos con sus trabajadores para impedir la entrada de trabajadores del resto de las organizaciones portuarias", apuntaron en el comunicado.

"Un clan Familiar minoritario -en referencia a la familia Corvalán- no puede imponer a la mayoría de la comunidad portuaria un esquema de violencia con serios riesgos de que el puerto de Buenos Aires sea considerado un puerto inviable dando argumentos inexactos de trasladar la carga nuestro puerto a la provincia de Buenos Aires", se sostiene en el documento firmado por su secretario general, Roberto Coria.

"El Puerto sigue trabajando en esta difícil situación de la pandemia merced a la decisión de los trabajadores. No hay despidos, no hay suspensiones, y somos una actividad esencial en el marco del aislamiento, no solo desde el punto de vista económico, sino sanitario. Por el Puerto Federal recibimos equipos y enseres indispensables para afrontar la pandemia", agregan.

"Los trabajadores portuarios acompañamos a nuestro gobierno ajustando nuestra conducta a la Ley a lo dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional en el marco de la situación que vivimos todos los argentinos".

"Los Guincheros sólo queremos que se respeten nuestros derechos, nuestra personería, nuestra identidad y ratificamos que nosotros sólo realizamos nuestra tarea específica 100% guinchero, no ocupamos el puesto de otro. Por un puerto en paz", concluye el documento.

Durante el sábado delegados realizaron un bloqueo ilegal de los ingresos en reclamo de aumentos salariales, violando la Conciliación Obligatoria que impedía cualquier tipo de acción directa.

Distintos videos registraron como militantes del SUPA arrancaron un portón de ingreso tirado por un auto, en una imagen dantestesca, digna de una película de Hollywood.

Fuentes del sector señalaron que el malestar del sindicato se produjo ante la convocatoria por parte de la empresa de trabajares de carga y descarga ante la negativa del SUPA de prestar servicio.

Todo comenzó a desmadrarse cuando personas ajenas a la actividad, quienes afirman responder al SUPA , comenzaron generar disturbios, sumado a que testigos afirmaron que esas personas estaban pasadas "de alcohol y también de drogas".

Ante los hechos de violencia "el clan Corvalán" y el SUPA publicaron en sus redes sociales que eran ellos "las víctimas de barrabravas", que buscaban amedrentarlos y respondían a otros gremios del sector portuario.

La Federación Marítimo Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA) desmintió esos dichos e hicieron un llamado "a la normalidad y a respetar las normativas vigentes" por parte de Corvalán, marcando como "una clara acción ilegal del SUPA de realizar el bloqueo como quedó registrado en distintos y ser ellos los protagonista de los hechos de violencia, que podría generar sanciones desde las autoridades laborales competentes".

No es la primera vez que la conducción de Juan Corvalán genera desmanes . Meses atrás fueron denunciados por destruir instalaciones internas de la empresa TRP . En otros episodios incluso hubo audios de asambleas en las que se escuchaba a altos directivos del gremio apretar a los trabajadores para sumarse a un huelga, incluso años atrás la opinión pública quedó consternada por un bloqueo en puente de Dock Sud, que terminó con un discapacitado que fue arrojado del puente al querer cruzarlo en una moto y que por suerte no perdió la vida.