Rechazan el pedido de un represor para que le quiten la tobillera electrónica
El ex policía Enrique Augusto Barre, de 82 años de edad y beneficiado con prisión domiciliaria, argumentaba que el localizador satelital agravaba sus patologías, pero un informe forense lo descartó.
El tribunal oral federal número uno de La Plata rechazó el pedido de un represor de la última dictadura que goza de prisión domiciliaria para que le quitaran la tobillera electrónica por supuestas cuestiones de salud.
Se trata de Enrique Augusto Barre, ex comisario y jefe de la División Delitos contra la Propiedad de la Policía Bonaerense durante la dictadura, quien estaba bajo las órdenes de Miguel Etchecolatz y comparece actualmente en juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención conocido como Pozo de Banfield.
“Hágase saber a la defensa del imputado Barre que no existen elementos para modificarlo oportunamente dispuesto respecto de la colocación del dispositivo electrónico de control”, resolvió el tribunal platense.
Barre, de 82 años de edad, había pedido el retiro de la tobillera electrónica, que le fue colocada durante la feria judicial que acaba de terminar, argumentando que ese sistema de monitoreo agravaba las patologías que padece.
Del examen médico al que fue sometido surge que Barre tiene “antecedentes de cardiopatía hipertensiva, enfermedad valvular aórtica, reemplazo de cadera izquierda, artrosis, gota, melanoma”. Pero tras la evaluación, el médico forense Alberto Ferreres concluyó que “la colocación y uso de una pulsera electrónica no implica, a priori, afectación de la salud del nombrado”.
El monitoreo satelital sobre Barre fue colocado el 21 de julio pasado, según un informe remitido al tribunal por Gonzalo Javier Vilches, de la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica.