Si hay algo que brilla por su ausencia en la agenda de Unión por la Patria, de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza, es la agenda de las mujeres y disidencias. Las elecciones solo vienen a ponerlo al descubierto.

El movimiento por "Ni Una Menos" y la enorme marea verde, que conquistó el aborto legal y puso en debate el financiamiento y la injerencia de la Iglesia en el Estado, hicieron tambalear sus plataformas teñidas de patriarcado.

Desde 2015 a esta parte, vimos de todo. Muchos diputados y diputadas con carteles con nuestras demandas, muchos otros tratándonos de delincuentes por defender el derecho a decidir... y después todos compartiendo listas. Gobernadores marchando con las iglesias; funcionarios financiando viajes para marchas antiderechos; secretarías convertidas en ministerios… y ministerios convertidos "en cartón".

Porque como dice la carta de feministas y disidencias que circula en apoyo a mi pre-candidatura a presidenta (¡y agradezco enormemente!), los gobiernos "tiñen de arcoiris los Ministerios mientras se recorta el presupuesto para combatir la violencia machista, se niega el techo a las víctimas de violencia de género como en Guernica, se calla ante cada desaparición como la de Tehuel, o se condena a las maestras y trabajadoras de la salud a vivir con salarios de miseria, como en Salta o Jujuy". Por eso, en sus listas, en su proyecto de país, nuestra agenda está ausente.

El show de Ramiro Marra (el candidato de Milei a jefe de Gobierno en CABA) en televisión, diciendo que la Educación Sexual Integral (ESI) es "ideología de género" y promoviendo la pornografía como método para la educación es una muestra de ese intento por borrar nuestra agenda de lucha, como bien viene denunciando en la Ciudad mi compañera Andrea D`Atri, que es fundadora de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y candidata a legisladora porteña en la lista que encabezan el maestro Jorge Adaro y la hija de desaparecidos Alejandrina Barry.

Y mientras derechistas y ultra-derechistas debaten cómo atacar mejor el derecho a la protesta, no es casual que Gerardo Morales haya sido electo precandidato a vicepresidente, junto a Horacio Rodríguez Larreta.

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El gobernador de Jujuy ha puesto a la provincia en el ránking de la persecución y la criminalización de la protesta, de los femicidios, de los salarios más bajos del país, de las mayores entregas de territorio a las multinacionales que vienen a llevarse el "oro blanco", como le dicen al litio.

Incluso sectores que tienen un discurso más progresista, también llevan a un candidato abiertamente antipopular y amigo de Morales, como Sergio Massa, el superministro que negocia con el FMI, o ya anuncian que llamarán a votarlo luego de las PASO.

Nuestra agenda es otra. Peleamos por el no pago de esa deuda ilegítima y fraudulenta, y reclamamos que esa plata vaya a salud, educación, vivienda y trabajo con derechos.

Por una ESI laica y científica, por la anulación de los decretos de la dictadura que garantizan el financiamiento de la Iglesia, gobierno tras gobierno; por un Plan integral de Emergencia contra la violencia de género, para garantizar el acceso a los refugios, la vivienda, los equipos interdisciplinarios; por el reparto de las horas de trabajo: seis horas, cinco días a la semana, para garantizar el empleo y que nadie cobre menos que la canasta familiar.

El apoyo de sectores del feminismo y las disidencias a mi candidatura, y a esa agenda que fuimos construyendo en las calles, es un gran desafío, una gran responsabilidad que asumo con orgullo, desde mi feminismo socialista.

Sé que no es simplemente una declaración de apoyo a nuestra lista de cara a las PASO, sino una expresión de rebeldía. Porque la rebeldía no se la regalamos a ninguna derecha. La rebeldía es nuestra.

En estas elecciones, nuestro llamado es claro: contra el gobierno ajustador, la derecha y el patriarcado, levantá la izquierda.

(*) -  Myriam Bregman es precandidata a Presidenta por la lista "Unir y Fortalecer la Izquierda", del Frente de Izquierda Unidad.