¿Qué implica que un gobierno no tenga Presupuesto?
De acuerdo a la Ley 24.156 de Administración Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional, se otorga al Congreso de la Nación un rol protagónico en el proceso presupuestario.
Tras el revés del oficialismo en la Cámara de Diputados a la hora de conseguir la aprobación del Presupuesto 2022, el Gobierno nacional deberá a través de un decreto simple prorrogar la partida presupuestaria de 2021.
De acuerdo a la Ley 24.156 de Administración Financiera y Sistemas de Control del Sector Público Nacional, se otorga al Congreso de la Nación un rol protagónico en el proceso presupuestario.
En el artículo 27 de dicha normativa, se establece que en caso de que no se sancione una Ley de Presupuesto antes del inicio del nuevo ejercicio, debe regir la partida presupuestaria con algunas adecuaciones.
El proyecto de ley de Presupuesto, que debe presentarse a mediados de septiembre de cada año, cuenta con los detalles específicos respecto del uso que se hará cada año del gasto público.
En caso de prorrogar la partida presupuestaria vigente, las modificaciones a incluir en los presupuestos de recursos son la eliminación de los rubros de recursos que no puedan ser recaudados nuevamente, excluir los excedentes de ejercicios anteriores correspondientes al ejercicio financiero y estimar cada uno de los rubros de recursos para el nuevo ejercicio, entre otras.
En tanto, en los presupuestos de gastos se debe eliminar los créditos presupuestarios que no deban repetirse por haberse cumplido los fines para los cuales fueron previstos, además de incluir los créditos presupuestarios indispensables para asegurar la continuidad y eficiencia de los servicios.
Si bien desde la institucionalidad se establece que es necesaria la aprobación de una ley de presupuesto cada año, el Poder Ejecutivo Nacional tiene la facultad de recalcular la estimación de recursos.
De esta forma, la Ley de Administración Financiera contempla un mecanismo legal para garantizar el normal funcionamiento del Estado y la ejecución de las políticas públicas, incluso en ausencia de una Ley de Presupuesto aprobada y promulgada para el año en cuestión.
En la Argentina, existen dos antecedentes de no aprobación del Presupuesto y prórroga: en 2019 y en 2010. El caso que más se asemeja al actual es el del año 2010, ya que tampoco se pudo sancionar una ley de presupuesto en Diputados por falta de quórum.
El otro antecedente data del Presupuesto 2020, dado que luego de ganar las elecciones presidenciales, Alberto Fernández anunció su decisión de no presentar un nuevo proyecto de presupuesto 2020 y de no apoyar el presupuesto presentado por el ex mandatario Mauricio Macri, optando por la prórroga del presupuesto vigente en ese momento.