El policía de la Ciudad Facundo Agustín Matías “Cachorro” Torres fue procesado con prisión preventiva hoy por el encubrimiento del homicidio del joven futbolista de Barracas Central Lucas González, ocurrido en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas.

La jueza de instrucción Vanesa Peluffo procesó a Torres también por el delito de “privación ilegal de la libertad” por la detención ilegal de los tres jóvenes que acompañaban a Lucas González.

“Queda claro que fue él quien facilitó el arma de juguete que se secuestró del interior del vehículo en que viajaban los adolescentes con el único objetivo de incriminarlos de algo que no hicieron”, sostuvo la jueza.

El “plantado” del arma de juguete, según la magistrada, “claramente tuvo como objetivo dar cauce a una falsa versión de los hechos y deslindar, en principio, la responsabilidad de la brigada al buscar revertir los roles de las personas involucradas”.

Lucas González fue asesinado por un disparo en la cabeza cuando tres integrantes de una brigada de la Policía de la Ciudad detuvieron el vehículo en el viajaba, sin motivo para ello, a la salida de un entrenamiento en Barracas Central.

Los tres miembros de la brigada y otros 11 policías de la Ciudad están siendo juzgados en instancia oral y pública, que atraviesa la etapa de alegatos previa al veredicto.

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Sobre la base de la acusación del fiscal Leonel Gómez Barbella, la jueza afirmó que Torres “facilitó el  arma de juguete para facilitar de ese modo el traslado de una falsa versión a la justicia de menores, extremo que en definitiva, derivó en la detención ilegal de los menores”.

Por esa razón, dispuso el procesamiento por “encubrimiento doblemente agravado por la condición de funcionario público y por ser el delito precedente especialmente grave en concurso ideal con privación ilegal de la libertad agravada por tratarse de un funcionario público que con abuso de sus funciones o sin las formalidades prescriptas por ley”.

Torres está acusado de “haber ayudado a Gabriel Alejandro Issasi, Juan José Nieva y Fabián Andrés López a eludir una investigación; así como también por haber alterado los rastros, las pruebas y los instrumentos del delito”.

“También considero –añadió la jueza- que la conducta encuadra en el tipo penal de privación ilegal de la libertad agravada” contra los amigos de Lucas González: Julián Alejandro Salas, Lucas Santiago González y Joaquín Zúñiga Gómez.

La jueza trabó un embargo por 1,2 millones de pesos sobre los bienes de Torres, alojado en la cárcel de Marcos Paz.

“Nos encontramos ante un suceso que fuera cometido contra cuatro menores de edad, cuyos derechos e intereses se encuentran protegidos constitucionalmente. El caso no presentaba ninguna razón para detener a las víctimas en el modo que se hizo”, resumió el fallo, de medio centenar de páginas.