A pesar de haber formado el matrimonio presidencial más destacado de la historia argentina, los cuerpos de Juan Domingo Perón y Eva Duarte no descansan juntos, algo que dirigentes del PJ buscaron revertir.

Tanto el cadáver del general como el de la abanderada de los humildes fueron protagonistas de increíbles (y perturbadoras) historias: ella fue secuestrada por la Revolución Libertadora y ocultada durante casi 20 años en un cementerio del norte de Italia, mientras que él sufrió el cercenamiento de sus manos.

El único momento en que pudieron descansar juntos tras la muerte de ambos fue entre noviembre de 1974 y octubre de 1976, cuando sus cuerpos permanecieron en una pequeña cripta en la Quinta de Olivos.

Sin embargo, el golpe de Estado contra Estela Martínez de Perón y el comienzo de la dictadura militar hizo que los destinos de los restos mortales de aquel matrimonio símbolo del PJ volvieran a tomar caminos separados.

En octubre de 1976, el dictador Jorge Rafael Videla ordenó que los cuerpos fueran retirados de la Residencia Presidencial y entregados a sus familiares.

Los restos de Evita fueron colocados en la bóveda de los Duarte en el Cementerio de la Recoleta, mientras que los de Perón fueron ubicados en la bóveda familiar en la Chacarita (Isabelita pretendía que descansara en el Panteón Militar, algo que fue rechazado de plano por la dictadura).

A partir de ese momento, el deseo de la gran mayoría de los dirigentes del PJ fue reunificar a Perón y a Evita para que puedan descansar juntos en la Quinta "17 de Octubre", en San Vicente.

El 17 de octubre de 2006 el cuerpo del tres veces Presidente fue trasladado a ese lugar: la jornada quedó opacada por los graves enfrentamientos que hubo entre distintos sectores sindicales, que incluyeron disparos de arma de fuego.

Sin embargo, la decisión familiar de los Duarte es que sus restos sigan en la bóveda de la Recoleta, indicaron a NA parientes de la ex primera dama. Por ahora, el camposanto porteño seguirá siendo el punto de peregrinación de miles por año: el futuro dirá si el descanso allí es definitivo o tendrá un nuevo traslado, uno más en su derrotero post mortem.