La defensa del ex jefe del Ejército Cesar Milani pidió hoy la absolución en el juicio en el que está imputado por presunto “enriquecimiento ilícito” por la compra de una casona en el barrio La Horqueta, de la localidad bonaerense de San Isidro.

El abogado de Milani, Alejandro Rúa, describió a lo largo de tres horas y media todos los movimientos económicos de su defendido a lo largo de su carrera militar y aseguró que “no se enriqueció” sino que su patrimonio tuvo una evolución “absolutamente compatible con sus ingresos”.

En la primera jornada del juicio, Milani había explicado que la compra de la propiedad se había concretado mediante un “mutuo” (préstamo entre privados) por unos 240 mil dólares que respaldó con un departamento en el que vivió durante 15 años.

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Ese mutuo fue celebrado con Eduardo Enrique Barreiro, “amigo desde hace 40 años”, quien también es imputado en el juicio, pero la fiscal Fabiana León no pidió pena para él, por lo que está virtualmente a salvo de cualquier condena.

En cambio la fiscal pidió la pena de tres años de prisión en suspenso, más multa y decomiso de la propiedad, porque consideró que el mutuo había sido una suerte de simulación de una situación patrimonial que el ex jefe del Ejército no podía justificar.

En su alegato, y ante las críticas contra los fiscales de la Causa Obra Pública que leyeron sus exposiciones cuando tienen prohibido hacerlo, la fiscal León anunció que también ella leería parte de su acusación.

León aludió a la complejidad de la causa y señaló que “el único que alegaba sin leer era Alberto Nisman”.

El abogado Rúa refutó hoy esa acusación y recordó que al inicio de la investigación Barreiro declaró que el dinero le había sido devuelto y que lo tenía en su casa “a disposición de los jueces, que nunca fueron a constatarlo”.

“Si se comprueba el mutuo se derrumba la hipótesis de la acusación. Bien, el mutuo está comprobado desde el primer día. Barreiro les dijo que había invertido 20 mil dólares por un lado, cinco mil por el otro y que el resto estaba en su casa”.

“Les dijo que ponía el dinero a disposición para que lo revisaran y los invitó a su casa para una comprobación, pero nunca fueron”, lamentó Rúa.

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“Milani tiene una foja de servicios intachable. Ya se ha demostrado que no fue un represor, que lo acusaron falsamente, que fue absuelto en todos los juicios. Y ahora se demuestra que tampoco se enriqueció ilícitamente, que esta acusación también es falsa”, dijo Rúa, a lo largo de tres horas y media de alegato.

La casona de La Horqueta tenía en 2010, cuando se produjo la adquisición, un valor de un millón y medio de pesos.

Milani explicó que le gustaba esa casa pero no podía comprarla porque tenía una operación previa con la venta de su departamento y con ese dinero planeaba adquirir la nueva propiedad.

Ante el temor de que la llevara otro comprador, le pidió el préstamo a su amigo Barreiro y garantizó la devolución con la venta de su departamento.

Milani está siendo juzgado por el Tribunal Oral en lo Federal número siete, integrado por los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli (los mismo que tienen asignada la Causa Cuadernos).

El próximo jueves, el ex jefe del Ejército pronunciará sus últimas palabras ante los jueces, que luego deliberarán y darán a conocer el veredicto.