Terminado el período infame de 12 largos años de Kishnerato, algunos periodistas, periodistes alcahuetes y genuflexos que han gastado tacos en todos los despachos de todos los poderes, intuyen que se les acaba el curro, no de la pauta sino de la censura de un lugar que no se sabe quién los puso al periodismo independiente.

Un titulo que para ellos significa periodismo gorila, opositor, xenofogo, racista y hasta en algunos momentos con un rasgo supremo de generosidad heredado del instituto del pensamiento único o del nodio, mangrullo heroico levantado por el populacherismo berreta para controlar a quien haga de la libre expresión y expongan sus ideas, pensamientos y ensayos como al más cruel de los enemigos. 

No lo justifico, pero los entiendo, no conocen lo que es trabajar en libertad sin esperar la bajada de línea del dueño del medio y desde ese lugar cuando te ven te saludan y hasta con respeto y hasta te invitan a charlar un día y tomar un café, y hasta tienen el tupé de felicitarte por lo qué haces dejando caer por la comisura un te odio, pero que bien lo haces.  

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Los KGB, que equivocando su minúscula carrera y de la mano de la jefa se levantaron como tribunal de la corrección del decir y del hacer después de saludarte, se cuelgan al micrófono del populacherismo y en editoriales que sólo creen ellos y los seguidores de la reina madre tratan de destruir la credibilidad de los que durante 20 años levantaron las banderas de la prensa libre e independiente que estos chicos nunca pudieron ejercer.

Pero ahí los tenés, se les viene la noche y como abejas sin panal, abrumados, desesperados y desesperanzados en pocos meses tendrán que pasar por los pasillos de los canales para ver si algún compañero los perdona y los ponen un panel para zafar un par de años o tal vez se enrolen en la resistencia. Saben que la única forma de conseguir conchabo es volver a la dictadura del populacherismo y cantar loas a favor de ladrones procesados y canallas que destruyeron la patria. 

Por eso, identifiqué fácilmente por el bien de la prensa libre a un KGB 

1. Trabajaron con todos los gobiernos 

2. Degradan, denostan y tratan de quitarle valor a la palabra del colega que se aparte del discurso hegemónico.

3. Cuando no son sobones de los políticos de turno dejan de existir y escriben un libro pedorro hablando de lo que nunca supieron analizar. 

4. Se meten en una plataforma pedorra auspiciada por algún político que cierran al mes cuando de las 28 entradas le quedan 7.

Bueno, es más o menos lo que va a suceder en 6, 7, u 8 semanas con el alcahuetaje parasitario que colaboró estoicamente a que tengamos un 50% de pobres. Pero ojo nada es gratis para los KGB. Ahora, tendrán que hablar bien de Massa. Jajajajaj se les acabó el recreo … a ver mis queridos revolucionarios del periodismo, llegó Sergio. Todes de rodillas.