La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, afirmó que no rechazó los dichos del diputado nacional Fernando Iglesias sobre la actriz Florencia Peña para "no ser funcional al kirchnerismo" y se quejó de que a ella le "dijeron borracha" y "nunca ninguna kirchnerista" la defendió.

"Esta idea de querer sacar dos diputados (Fernando Iglesias y Waldo Wolff) por un tuit, mientras hemos tenido una situación de un vacunatorio VIP, de un Olivos VIP... El día que se condenen ellos, yo condeno a Fernando Iglesias. Pero primero que se condenen ellos. No voy a ser funcional al kirchnerismo", señaló la referente opositora.

En diálogo con Alguien tiene que decirlo, el programa que conduce Eduardo Feinmann en Radio Rivadavia, la ex ministra de Seguridad explicó por qué no se expidió sobre las polémicas declaraciones que hizo el legislador del PRO respecto a la visita de Florencia Peña a la Quinta de Olivos.

"No los he condenado (los tuits) porque considero que la Argentina necesita primero tener un campo o una arena democrática donde debatir y elevar el debate. El kirchnerismo tiene un práctica que es que ha clausurado todo debate que tenga que ver con la gente que responde a ellos. Si (Eugenio) Zaffaroni tiene prostíbulos, eso no existe. Si el Presidente (Alberto Fernández) ha dicho cualquier cosa de las mujeres y las ha mandado a la cocina, eso no existe. Si (José) Alperovich ha abusado, eso no existe", lanzó Bullrich, aunque reconoció que "eso no da derecho a ser igual que los otros". Y agregó: "A mí me dijeron borracha, asesina, que somos igual que (el dictador Jorge Rafael) Videla y nunca ninguna kirchnerista salió a defenderme, a pedir disculpas".

Ante esta situación, la titular del Consejo Nacional del PRO pidió que se arme "un código ético de lenguaje, qué cosas se pueden decir". "Una vez que armemos eso, podemos decir que si hay algo que está afuera de esa arena democrática, condenémoslo todos", planteó.

Por otra parte, la ex funcionaria nacional se refirió al vínculo del empresario de origen taiwanés Chien Chia Hong con el presidente Alberto Fernández. "El dinero de la gente no puede terminar en las manos de empresarios amigos del poder. Van cambiando los nombres, pero se reproducen las mismas prácticas", sostuvo. Y añadió: "La Argentina necesita un contrato ético. Nosotros lo venimos planteando hace mucho tiempo". Para la ex ministra de Seguridad, con los escándalos "se produce una enorme pérdida de oportunidades para el país".

"Tenemos que terminar con este sistema de planes, de amigos del poder, de empresarios acomodados. Este señor se coló en la cola y consiguió 19 contratos" con el Gobierno, acusó la exdiputada nacional.

De cara a las elecciones legislativas, Bullrich indicó que Juntos por el Cambio tiene "la enorme obligación de dar el ejemplo y generar futuro". "La Argentina necesita una bisagra en su historia: una bisagra moral, ética, política. Tenemos la necesidad de un cambio profundo, que abra la esperanza argentina", señaló. "Basta de vivos en la Casa de Gobierno y en Entre Ríos, donde un sindicalista se roba 1,2 millones de dólares y después los devuelve", concluyó.