La ex número dos de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio María Eugenia Talerico cuestionó la medida adoptada la semana pasada por el fiscal Guillermo Marijuán que pidió el sobreseimiento a Cristina Kirchner en la causa sobre "la ruta del dinero K", y lo atribuyó a un supuesto "favor político" al ministro de Economía, Sergio Massa, socio de la vicepresidenta en el Frente de Todos.

"Obviamente tienen mucha importancia estas especulaciones de que hubo alguna cuestión política para que un día antes de que en ese acto donde se presenta Cristina con los posibles candidatos a presidente, y estaba Massa al lado de Cristina, todo el mundo suponga que tiene que ver con ese favor político", arrancó la vicepresidenta de la agrupación "Será Justicia", que tendrá un lugar en la lista de Ricardo López Murphy en la Ciudad.

"Es sabido que Marijuan trabajó muchos años en la ANSeS y era el fiscal especializado cuando estaba Massa a cargo. Después han mantenido un vínculo muy estrecho", completó Talerico sobre el supuesto "favor político".

Según dijo, el momento en que se produce este pedido de sobreseimiento también alimenta las suspicacias porque si se hacía después, una vez que llegue al Gobierno una fuerza política de signo distinto, no iba a "haber nadie que apele o cuestione una solución de sobreseimiento de Cristina".

En declaraciones a "Cristina sin Vueltas", el programa que conduce Cristina Pérez por Radio Rivadavia, la abogada "experta en temas de seguridad financiera", según se describe a sí misma en su cuenta de Twitter, sostuvo que "por supuesto lo del Fiscal Marijuan sorprende por el tiempo en el que está sucediendo este pedido de sobreseimiento".

Para ella, "hay un sinfín de pruebas acumuladas" contra la vicepresidenta que demuestran el entramado de negocios con el empresario Lázaro Báez, a quien denominó "el testaferro de los Kirchner".

"Fueron cuatro años de investigación en los que pudimos intervenir, y todo el entramado de negocios entre ellos indica que Lázaro Báez es claramente el testaferro de los Kirchner", afirmó.

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"La prueba que sustenta esto es desde un fideicomiso testamentario que dice que todos los negocios con los Kirchner en caso de pasarle algo a él siguen post-mortem, hasta un sinfín de flujos financieros de dinero, propiedades que prueban que el patrimonio de Báez era manejado por los Kirchner para su exclusivo beneficio", continuó Talerico.

Añadió a su relato que Cristina Kirchner mantuvo "572 llamadas telefónicas con un señor Báez, que era cajero, al que se hicieron millonario a partir de los negocios que les dieron los Kirchner"

En resumen, señaló que hay una "serie de indicios claros, concordantes y precios que indican el absoluto conocimiento de Cristina Kirchner de todo lo que pasaba con ese patrimonio y el manejo de ese patrimonio para su exclusivo beneficio".