La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la organización que preside el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, desmintió una liberación masiva de presos por la pandemia en la provincia de Buenos Aires y denuncio una superpoblación de detenidos en comisarías de un 295 por ciento.

En su informe anual, la entidad defensora de los derechos humanos comparó que en enero de 2020, previo a la pandemia, la provincia de Buenos Aires registraba 51.215 detenidos, en tanto que en el mismo período pero de 2021 el número había descendido a 50.520, es decir una merma del orden del uno por ciento.

Además, la CPM registró 34.500 casos de “torturas y malos tratos” contra detenidos, 16 mil situaciones de “morosidad judicial” y 3.200 hábeas corpus por agravamiento de las condiciones de encarcelamiento. La CPM sostuvo que pese a que por las restricciones como consecuencia de la pandemia se registraron en territorio bonaerense un 30 por ciento menos de delitos, pese a lo cual crecieron exponencialmente las “aprehensiones policiales”.

En 2020 se registraron 410 mil aprehensiones por parte de las fuerzas de seguridad, contra 280 mil de 2019. Pero de ese total, sólo 37.600 casos terminaron en causas judiciales, lo que representa menos del diez por ciento del total.

El organismo registró que en las protestas carcelarias que se registraron en distintos establecimientos entre el 21 y el 23 de abril de 2020, un total de 516 presos sufrieron lesiones, 113 por postas de goma disparadas a la cabeza y como consecuencia de ello, 13 perdieron uno o ambos ojos. La CPM identificó, también, 123 casos de presunto “gatillo fácil”.

El informe anual sostiene que pese a que un fallo de la Corte prohíbe el alojamiento de presos en comisarías, esa práctica persiste y en condiciones de hacinamiento,  pues si bien la capacidad es de 1221 plazas, el promedio de detenidos es de 4.849, lo que representa un exceso del 295 por ciento.