Una situación insólita sucedió al inicio de la sesión en el Senado cuando la riojana Clara Vega, tras levantarse momentáneamente de su banca para izar la bandera, quiso retornar al escaño y se encontró con que ese lugar había sido ocupado por la legisladora puntana del PRO, Gabriela Riollo, con quien discutió acaloradamente.

La riojana, que integra un monobloque aliado al oficialismo, denunció que la ocupación de su banca se enmarca en una situación de "acoso constante" por parte de Juntos por el Cambio contra ella desde que decidió no formar parte del interbloque opositor pese a que había ingresado al Congreso por esa alianza.

Riollo rechazó las acusaciones y aclaró que la banca le correspondía porque era la misma donde había estado sentada en sesiones previas.

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Según deslizaron cerca de Vega, ella había dejado su cartera y su carpeta sobre el escaño, y cuando regresó apareció Riollo sentada en su banca, en tanto que sus pertenencias habían sido apartadas de allí.   

"Desde el 29 de diciembre han iniciado un acoso constante sobre mi persona. En marzo me llamaron pidiéndome mi lugar en el recinto. Me llamaron para pedirme mi lugar en el medio del bloque porque no querían que esté sentado con ella. Contesté pidiendo que me pasaran del otro lado de la bancada. La distribución arbitraria que han hecho de las bancas corre por parte de ellos", aclaró.

También mencionó que el bullying contra su persona incluyó, en más de una oportunidad, la comparación de su apellido con el personaje ficcional del Zorro, Diego de la Vega.

Fue la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti quien pidió una cuestión de privilegio para denunciar la situación que había acontecido, que calificó de "bochorno". 

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"Es una vergüenza. Esto nunca había pasado, es un bochorno para el Senado", lamentó.

Riollo tomó la palabra para defenderse y desmentir la versión: "Lamentablemente las buenas normas de las que hablan no sucedieron previamente a la sesión cuando se tienen que acordar los lugares en las bancas. Pero quiero decir que no es verdad lo que se dijo que una senadora se levanta y otra le ocupa el lugar. Me veo agraviada. Se falta a la verdad. Me da muchísima vergüenza que se esté discutiendo esto".

Más tarde, a través de su cuenta en Twitter, dijo que se trataba de la misma banca que había ocupado en las sesiones anteriores, por lo que no podía atribuírsele ningún tipo de responsabilidad en el episodio. Es decir, según su punto de vista, la que había usurpado la banca en el comienzo de la sesión era Vega.

"Lo que pasó hoy en el comienzo de la sesión de @SenadoArgentina es lamentable. La banca en el recinto se me asignó por secretaría Parlamentaria y el Interbloque y es la misma donde estuve sentada en las sesiones anteriores", tuiteó.