En medio de un fuerte operativo de seguridad y con momentos de tensión, dirigentes e integrantes de organizaciones de derechos humanos y de partidos de izquierda se manifestaron este lunes en los alrededores de la Legislatura porteña en rechazo al acto que encabezó la candidata a vicepresidenta de La Libertad Avanza, Victoria Villarruel, en homenaje a las víctimas de ataques perpetrados por agrupaciones guerrilleras como Montoneros y el ERP.

Los manifestantes acusaron a la diputada y fundadora del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV) de "negacionista" de la dictadura y de no reconocer el terrorismo de Estado sucedido entre 1976 y 1983.

Momentos de tensión se vivieron cuando algunos manifestantes golpearon las vallas e hicieron un intento por derribarlas pero la situación no pasó a mayores. Luego, agredieron a Lilia Lemoine, asesora de Javier Milei, el candidato presidencial que Villarruel secunda, ya que le tiraron nafta. Al menos dos personas, que se encontraban dentro de vallado, quedaron detenidas por ser sospechosas del ataque, supo NA.

También, un grupo de personas identificó en una cafetería cercana al abogado de 17 represores, Guillermo Fanego, a quien intentaron "escracharlo" ingresando al local y mostrándole de cerca las banderas que portaban.

Las inmediaciones de la Legislatura lucieron desde temprano completamente valladas para evitar que los manifestantes llegaran hasta las puertas de la Legislatura y en el lugar se observaron banderas del Partido Obrero, HIJOS, MST, Frente de Izquierda, Libres del Sur, Partido Comunista, Frente Popular Darío Santillán y del Centro de Estudiantes de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo.

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"Hay sectores que buscan impunidad y ahora han encontrado el momento propicio", dijo a NA la candidata presidencial del Frente de Izquierda-Unidad, Myriam Bregman. Entre los dirigentes de sectores de izquierda que estuvieron protestando se vio también a Nicolás del Caño, Gabriel Solano, Cele Fierro y Marcelo Ramal.

En cambio, en el acto no hubo presencia orgánica de algunas organizaciones de DDHH ni del peronismo, porque en estos sectores primó la postura de no darle "entidad" a Villarruel y el CELTYV.