Una profunda crisis se desató en el Frente de Todos y, tras una jornada de intensas reuniones, el presidente Alberto Fernández decidió no realizar cambios en el Gabinete, algo que le reclamaron públicamente los dirigentes más cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

Poco después de las 23:00, el Presidente dejó la Casa Rosada sin formular declaraciones al igual que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

La coalición gobernante atravesó la jornada de mayor tensión interna desde que asumió el poder el 10 de diciembre de 2019, motivada por los abiertos reclamos del kirchnerismo para forzar la salida de algunos ministros.

Eduardo "Wado" De Pedro, Martín Soria, Jorge Ferraresi, Roberto Salvarezza, y otros funcionarios cercanos a Cristina Kirchner, como Luana Volnovich y Fernanda Raverta, pusieron a "disposición" de Fernández su renuncia al cargo tras la derrota electoral del pasado domingo.

El cimbronazo que significó la caída en las urnas incrementó las presiones de parte del kirchnerismo para que el jefe de Estado introduzca modificaciones en su Gabinete, con foco en el titular de ministros, Santiago Cafiero. En un principio, se especuló con que el ministro de Economía, Martín Guzmán, también era uno de los señalados por el Instituto Patria, pero luego Cristina Kirchner lo llamó personalmente para aclararle que no estaba pidiendo su salida.

La primera renuncia que se conoció públicamente fue la de De Pedro, a las que se sumaron luego la de sus pares de Justicia, Ciencia, Desarrollo Territorial, el Ambiente, Juan Cabandié, y el de Cultura, Tristán Bauer. Además, hicieron lo mismo el presidente de Aerolíneas Argentinas (AA), Pablo Ceriani; el titular de Acumar, Martín Sabbatella; y la titular del Inadi, Victoria Donda.

Por su parte, se conoció que el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y otros cercanos al Presidente indicaron -a modo de suavizar el impacto de las otras renuncias- que también le habían entregado su dimisión al jefe de Estado el domingo por la noche en el búnker, pero el jefe de Estado se las había rechazado.

"Motiva la presente poner a su disposición mi renuncia al cargo de Ministro del Interior de la Nación con el que he sido honrado desde el 10 de diciembre de 2019", subrayó De Pedro.

En una carta al mandatario nacional, el ministro del Interior sostuvo: "Escuchando sus palabras del domingo por la noche dónde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición. Saludo a Usted muy atentamente".

El ministro del Interior y sus pares de Justicia, Desarrollo Territorial y Hábitat, Ambiente, y Ciencia y Tecnología, muy cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner, pusieron su dimisión a disposición y avivaron la presión sobre Fernández para hacer cambios en el Gabinete.

Las renuncias de los ministros y de las titulares de la Anses y el PAMI se conocieron minutos después de que el Presidente encabezara un acto en Casa Rosada junto a Guzmán, a quien simbólicamente le expresó su respaldo.  Lo mismo hizo este martes con Cafiero, quien lo acompañó y se ubicó a su lado en el acto que realizó el Presidente en la localidad bonaerense de Almirante Brown.

Tras salir a la luz la primera, se desencadenó una catarata de dimisiones. En ese momento, el Presidente no se encontraba en la Casa Rosada, aunque más tarde regresó para iniciar una reunión con todos los ministros que le son leales.

En ese grupo se encontraron Cafiero, Guzmán, el canciller Felipe Solá, Sabina Frederic (Seguridad), Claudio Moroni (Trabajo), Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), Matías Lammens (Turismo y Deportes), Carla Vizzotti (Salud), la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca y la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra.

Según supo NA de fuentes cercanas al jefe de Estado, las renuncias generaron un clima de mucho enojo. Incluso, en las filas albertistas se habló de "traición".

Entienden que la decisión que tenía que tomar el Presidente era difícil, ya que ceder ante la presión lo dejaría en un lugar de debilidad. La otra posibilidad era alejarse del kirchnerismo, aunque esto también lo hubiese dejado mal parado, dado que muchas veces había dicho que no volvería a pelear con Cristina Kirchner. 

Finalmente, según supo NA, la decisión de Alberto Fernández fue mantener por ahora el equipo, en lo que sería una salida intermedia a esos dos caminos.

La jugada del sector más kirchnerista del Gabinete lleva al extremo la tensión interna en Balcarce 50. La antesala de esta movida estuvo en la provincia de Santa Cruz, donde la gobernadora Alicia Kirchner le pidió la renuncia a todo su Gabinete, algo que también sucedió este miércoles en Buenos Aires, ya que el mandatario Axel Kicillof tiene a disposición las dimisiones de todo su equipo.