El presidente Javier Milei se ilusiona con el triunfo del candidato republicano, Donald Trump, en las elecciones que se celebrarán este martes en Estados Unidos, y evalúa la posibilidad de viajar en enero a la asunción, si el ganador de la contienda resulta ser el empresario. 

Lo cierto es que pese a los intentos de la administración libertaria de ocultar su favoritismo por Trump, el mandatario apuesta a que el republicano se imponga ante la demócrata Kamala Harris para consolidar una alianza ideológica además de estratégica.

En más de una oportunidad fue el propio Milei el encargado de aclarar que el alineamiento del gobierno libertario es con la Casa Blanca, sin importar quien asuma, pero detrás de las declaraciones cordiales se esconde la esperanza de que la victoria del republicano simplifique las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Luego de que el Partido Demócrata optara por reemplazar a Joe Biden, hasta entonces candidato, y las encuestas se balancearan, la administración se vio obligada a moderar sus discursos y a asegurar que el país es "aliado natural de USA, al margen de quien gane".

Si bien las elecciones en Estados Unidos están fechadas para el 5 de noviembre, el Día de la Inauguración Presidencial sucede cada 20 de enero. 

Para esas fechas, según confirmaron fuentes del entorno, el Presidente no descarta volver al país por séptima vez para dar el presente en el evento que se desarrolla en el edificio del Capitolio ubicado en Washington, solo si se celebra el segundo mandato del representante del Grand Old Party.

El vínculo entre Milei y Trump es fluido: no solo intercambian elogios por redes sociales sino que se mensajean seguido, y ambos se consideran los principales iconos de la derecha mundial. Tras su asunción, se encontraron en Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Maryland, donde el mandatario destacó los cuatro años del republicano y vaticinó una segunda chance. 

Una vez conocidos los resultados de los comicios, el Gobierno designará embajador en Estados Unidos, vacante abierta a raíz del enroque que hizo que Gerardo Werthein asumiera como canciller ante la abrupta salida de Diana Mondino. 

Fue justamente la falta de alineamiento con el país ubicado en el Norte de América lo que le valió el puesto a la exfuncionaria, cuando la Cancillería rechazó el bloqueo a la economía de Cuba. 

"El imperdonable error de la canciller Mondino le costó el puesto en 30 minutos", aclaró el mandatario, quien le solicitó personalmente la renuncia horas después de que la Argentina votara diferenciado a Israel y Estados Unidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas.