Interna silenciosa: el Frente de Todos analiza nombres para la lista de candidatos en Buenos Aires
A pocos días del cierre de listas, el nombre de Victoria Tolosa Paz es el que más consenso reúne. También suena Martín Insaurralde.
Mientras que en Juntos por el Cambio siguen resonando los ecos de las refriegas internas por los lugares en las listas, el Frente de Todos administra silenciosamente las naturales tensiones entre los diferentes sectores, y estudia distintas variantes para las candidaturas en la provincia de Buenos Aires.
El panorama no es ciertamente claro en el oficialismo, ya que abundan las hipótesis sobre la estrategia a seguir para enfrentar a Juntos por el Cambio en "la madre de todas las batallas".
La primera hipótesis es que una mujer podría encabezar la nomina de candidatos a diputados nacionales, siendo Victoria Tolosa Paz, titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, la figura que mayor consenso reunía hasta el momento por la buena consideración que concita tanto en Alberto Fernández como en Cristina Kirchner.
La platense es presentada como una suerte de "síntesis" perfecta de la coalición oficialista, con la dosis exacta de kirchnerismo y albertismo.
Las camporistas Fernanda Raverta (titular de Anses) y Luana Volnovich (directora del PAMI) eran otras cartas que se barajaban en el mazo, aunque tal vez con menos chances por representar a un solo sector del Frente de Todos.
Además porque ambas vienen desarrollando con eficacia una labor de gestión en lugares clave, y la agrupación de Máximo Kirchner vería con mejores ojos que sus principales cuadros sigan ocupando espacios ejecutivos.
La otra hipótesis electoral que se maneja es que un ministro del Gabinete nacional se ponga al frente de la lista para expresar el proyecto del Gobierno, y bajo esta premisa sonaron los nombres de Gabriel Katapodis, Daniel Arroyo y Santiago Cafiero.
La opción Cafiero se desinfló rápidamente porque desde el propio Gobierno nacional salieron a desmentir la versión, pero quedan en pie las otras dos alternativas.
También se autoexcluyó de la pelea la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, quien sostuvo que quiere quedarse en su función hasta el final del mandato porque "es lo que mejor sabe hacer" y desde dónde "más puede aportar" al proyecto de gobierno.
El denominador común de los nombres de ministros que se pusieron sobre la mesa es que en la distribución de identidades dentro de la coalición gobernante todos ellos representan al sector de Alberto Fernández.
La tercera hipótesis -y quizás hoy la más firme- es que sea un intendente quien lidere la boleta del Frente de Todos, y en este sentido quien tiene todas las fichas es el lomense Martín Insaurralde, quien el jueves pasado encabezó un acto de entrega de miles de netbooks en su municipio, rodeado de Cristina Kirchner, Axel Kicillof, Verónica Magario y Victoria Tolosa Paz.
Es sabido que la vicepresidenta elige muy minuciosamente sus contadas apariciones públicas, y el hecho de hacerlo en un acto con Martín Insaurralde y Tolosa Paz es una señal contundente que no puede pasarse por alto.
Además, Máximo Kirchner cultiva con Insaurralde una relación de estrecha confianza desde comienzos de 2017, luego de que el lomense dejara atrás la malograda aventura del Grupo Esmeralda -que desafió por unos meses al kirchnerismo-, y se encolumnara en la estrategia de Unidad Ciudadana con Cristina Kirchner al frente.
Si bien no se descartan otras variantes, el acto catapultó a Insaurralde y a Tolosa Paz como los favoritos a ocupar los lugares 1 y 2 de la boleta.
Los que resisten la idea de entronar a Insaurralde para encabezar la lista recuerdan la fallida candidatura del 2013, cuando perdió estrepitosamente contra Sergio Massa, presagiando así el desmoronamiento del Frente para la Victoria, derrumbe que se consumó definitivamente con la derrota de Daniel Scioli en manos de Mauricio Macri.
Justamente Scioli había sido uno de los primeros nombres que había cobrado fuerza en mayo pasado cuando Alberto Fernández lo llenó de elogios y lo definió como su "alter ego".
Pero la candidatura del ex motonauta estaba más pensada para un mano a mano de ex gobernadores contra María Eugenia Vidal. Con la decisión Vidal de saltar el cerco y retornar a la Ciudad, las acciones de la candidatura de Scioli cayeron.
El oficialismo arriesga en total 16 bancas en la Cámara de Diputados y la idea es repetir el resultado electoral del 2019, cuando cosechó 19 escaños.
Si esta meta se cumpliera, el Frente de Todos avanzaría tres casilleros en su objetivo de lograr la mayoría propia en la Cámara de Diputados contando las bancas de representantes de todas las provincias del país.
Esa mayoría podría ser directa, con 129 legisladores propios (bastante improbable) o indirecta si se computaran los diputados de Unidad Federal para el Desarrollo, la fuerza aliada que lidera el mendocino José Luis Ramón.
Entre las 16 bancas que pone en juego, los nombres más salientes son los del radical K Leopoldo Moreau, la economista y referente del Grupo 25 de Mayo Fernanda Vallejos, el líder de la CTA de los Trabajadores Hugo Yasky y la diputada de extracción sindical Vanesa Siley.
Según pudo saber NA, Vallejos, titular de la comisión de Finanzas y afilada lengua del kirchnerismo, pretende renovar su banca, al igual que Yasky, quien sinceró sus aspiraciones en declaraciones radiales recientes.
Desde la CTA de los Trabajadores no se conforman con garantizar la continuidad de Yasky sino que también deslizan el nombre del gremialista docente Roberto Baradel para acompañar en la misma boleta a la Cámara baja.
Eduardo "Bali" Bucca ingresó al Congreso nacional en 2017 de la mano de la lista de Florencio Randazzo, y si bien mantiene el diálogo con el ex ministro de Interior, también está atento a algún eventual ofrecimiento que pudiera surgir del Frente de Todos, teniendo en cuenta que en la gran mayoría de las votaciones el ex intendente de Bolívar acompaña al oficialismo.
Desde los movimientos sociales empujan el nombre del coordinador nacional de Barrios de Pie y subsecretario de Políticas de Integración y Formación de la Secretaría de la Economía Social, Daniel Menéndez, para ocupar un lugar "entrable" en la lista.
Menéndez posee grandes chances de ingresar a la boleta, ya que es el único nombre que los movimientos sociales le acercaron a "los dueños de la lapicera" para representar al sector en la Cámara de Diputados.
La mesa chica que se viene reuniendo lunes de por medio en la residencia de la gobernación bonaerense está conformada lógicamente por Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner (los tres más importantes), y también son habitués los ministros Katopodis, Jorge Ferraresi y "Wado" de Pedro, además del intendente de Hurlingham "Juanchi" Zavaleta.
A veces se suman los jefes comunales Fernando Espinoza y el mencionado Insaurralde. Cual estrategas militares, en el tablero de operaciones de esa mesa se analizan distintos escenarios electorales, los movimientos que realiza el adversario y las tácticas posibles no solamente a nivel provincial sino en cada una de las secciones electorales y municipios.
Allí se elaboran insumos para la toma de decisiones, que se toman en otro lado: los "dueños de la lapicera" son Alberto Fernández y, centralmente, Cristina Kirchner.
Las opiniones de los líderes parlamentarios Sergio Massa y Máximo Kirchner también son muy consideradas y sus intervenciones son claves ya que justamente son ellos los manejan el pulso de la Cámara de Diputados y procuran que allí se exprese el equilibrio justo entre las distintas fuerzas de la coalición de Gobierno, respetando los acuerdos que se alcanzaron en 2019 para la creación del Frente de Todos.