Martín Tetaz no cree que sea necesario un consenso del 70% para realizar reformas como dice Larreta
En diálogo con NA, el diputado radical argumentó que, después del proceso electoral, "nadie en la Argentina" tendrá ese nivel de apoyo. Para el economista, las reformas deberán realizarse con "el mandato popular y siendo claros en la calle".
El diputado nacional de Evolución Radical Martín Tetaz desestimó el consenso del 70% como base de impulso de reformas estructurales y lo calificó como una "fantasía". Para el economista, las transformaciones se deben hacer "con el mandato popular y siendo claros en calle".
"Si hay alguna duda respecto de esas reformas en el trascurso y la calle se tensa, habrá que hacer una consulta popular", argumentó el radical en una entrevista con Noticias Argentina y advirtió que la clase política no "goza de buena salud".
De lleno en el proceso electoral, el integrante de la Cámara de Diputados aseguró que JxC es una "versión distinta de Cambiemos" y resaltó los atributos que incorporó la coalición opositora en las elecciones de medio término del 2021: "Es mucho más poderoso territorialmente y parlamentariamente".
Consultado por la posibilidad de una interna abierta dentro de la Unión Cívica Radical (UCR), Tetaz señaló que ve difícil esa posibilidad y destacó que el precandidato presidencial de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, es un "buen candidato", pero aclaró: "Aunque no es competitivo ahora, hay que hacerlo crecer desde ese punto".
Con respecto al presente del gobierno del Frente de Todos, el legislador describió: "Es como cuando te quedan tres días en las vacaciones y tenés pago el hotel, pero te llueve los tres días. Vos ya sabés que tenés que irte en tres días y no vas a poder hacer nada en esos días que te quedan".
A continuación, las principales definiciones de la entrevista:
NA: - ¿En qué momento institucional se encuentra la Argentina?
MT: - En un momento de transición muerta. Vimos un discurso del Presidente de fin de mandato donde, lo habitual, es que hago un análisis de lo que fue gestión y anuncie los proyectos del año legislativo. No hubo prácticamente anuncios de proyectos, lo cual luce a un Gobierno terminado y sin poder, que dice "hasta acá llegué" y pude hacer esto. Entonces, tenemos una situación institucional de fin de mandato, con un "pero falta un año".
- ¿Qué le queda de acá a diciembre?
- Es como cuando te quedan tres días en las vacaciones y tenés pago el hotel, pero te llueve los tres días. Vos ya sabés que tenés que irte en tres días y no vas a poder hacer nada en esos días que te quedan. Hay una expectativa del cambio, que juega a favor del Gobierno y que le compra cierta estabilidad de los mercados y la economía real: el que no cerró el negocio hasta ahora, no lo va a cerrar a la puerta de un cambio de gobierno; espera. El que no despidió personal, para qué va a despedir ahora. Hay una sensación de los sectores productivos de esperar y de los mercados de apostar. Esa situación lo blinda al Gobierno.
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- Entonces, esta expectativa que el mercado tiene por el cambio sumado a la buena relación que mantiene el ministro de Economía, Sergio Massa, con estos agentes, ¿no puede llegar a favorecer al Gobierno en términos electorales? Más allá que los índices económicos manifiesten otra cosa
- Ciertamente, sí, apostar a la Argentina cuando está demasiado barata...Dije que "blinda al Gobierno", pero lo que pasa es que la situación de la sequía es tan desesperante; la recesión y si le sumamos a los datos de inflación...La verdad que a mí no me gustaría estar en el Ministerio de Economía porque no tiene margen de maniobra y porque los mercados tienen expectativas de Massa en comparación con el resto. No es que los mercados están enamorados de él. ¿Massa es amigo de los grupos empresarios de la Argentina? Sí. ¿Lo van a prender fuego y van a hacer un golpe de mercado con Massa en el Gabinete? No tiene sentido porque cualquiera que venga después que él sería peor. Por tanto, ¿hay una cierta garantía de estabilidad política del punto de vista del Ministerio de Economía? Bueno, sí, hay un poco más.
- De acá a diciembre el Gobierno se asegura la gobernabilidad por este motivo...
- La palabra segura es una palabra que yo no usaría. Quiero ver qué impacto tiene el hecho que no haya dólares y quiero ver qué impacto tiene la política por la aparición de un cisne negro, como fue el caso del intento de atentado contra Cristina Kirchner. Tratar de saber de acá fin de año cómo va a terminar el Gobierno es difícil y la palabra segura no la usaría.
- Quedó clara su postura ante el discurso del Presidente en la apertura de sesiones. ¿Es contra la administración de Horacio Rodríguez Larreta, es decir, el PRO, o contra los porteños en sí?
- La verdad es que no sé si hay alguna animadversión contra Larreta de ellos, lo desconozco. A mí me da la sensación que es parte de la construcción simbólica que utiliza -históricamente- el peronismo, que necesita mostrarse como un sector que pelea por los "desprotegidos" contra los "poderosos".
- Los trabajos más serios de opinión pública arrojan que el "enojo" y "frustración", entre otras palabras, definen la percepción del ciudadano con respecto a la clase política. ¿Por qué Juntos por el Cambio podría revertir este estado colectivo?
- Primero porque Juntos por el Cambio es bastante más que Cambiemos. Esta desazón sobre la política está centrada en un grupo poblacional muy marcado, que es menor de 30 años. Si vos tenés 30 años hoy, terminaste la escuela en 2011. Desde ése momento hasta que fuiste a buscar laburo, a tratar de sacar un crédito para una casa o armar un emprendimiento con amigos o lo que quisieras hacer, no funcionó nada en la Argentina.
Hace 12 años que no funciona nada. Y no funciona nada con Cristina (Kirchner), vino (Mauricio) Macri y tampoco te fue bien; después Alberto (Fernández), que era la versión moderada, y fue peor que lo de Cristina y Macri... Entonces, la sensación de mucha gente es me voy porque no vale la pena y "al final los políticos son todos iguales". Sin embargo, el grupo poblacional de entre 30 y 50 años vivió años buenos del kirchnerismo. ¿Qué quiere decir? Años en los que pudo cambiar el auto, años que pudo irse de viaje, entre otras cosas. Mientras que la población mayor de 50 vivió otra Argentina, donde las herramientas que tenía el Estado funcionaban (educación, salud y seguridad). Ésa gente dice "no hables de Finlandia, yo viví una Argentina que funciona" -con problemas económicos, sí-, pero donde el Estado me cobraba la mitad de los impuestos que ahora y funcionaban las instituciones básicas del Estado.
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- Volviendo al punto central de la pregunta. ¿Tiene Juntos por el Cambio un discurso para ir por esa franja etaria que se le escapa?
- Juntos por el Cambio es una versión distinta de Cambiemos: la sociedad está desganada con las experiencias que ya vivió. La sociedad no vivió Juntos por el Cambio, que es una versión mucho más amplia de Cambiemos, pero también es mucho más poderoso territorialmente y parlamentariamente. Ahora vamos camino a recuperar cinco provincias: casi con seguridad la provincia de Entre Ríos y Santa Fe; con chanches en Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y puede haber alguna sorpresa en Chubut, Catamarca y Neuquén.
El panorama político es mucho más favorable para JxC de lo que fue Cambiemos en 2015. Nosotros vamos a estar mucho más fuertes en el Congreso y la calle, sumado a un discurso alineado con lo que hay que hacer. Hay un cambio cultural en la Argentina que ayuda mucho. La contribución de (Javier) Milei fue importante en ese sentido de forzar algunas discusiones que había que dar. Ese conjunto de cosas hizo que la discusión pública girara y que todo el mundo esté discutiendo cómo hacemos para reducir el déficit de las empresas públicas.Ya no es un tabú. Juntos por el Cambio está mucho mejor parado que Cambiemos y que tiene chances de representar lo que le pasa a la gente.
- ¿Qué opina del 70 por ciento como base de impulso para las reformas que nombrabas?
- Si yo tengo que el 70 por ciento de apoyo político en Argentina, hago una reforma constitucional. ¿Argentina lo necesita? Sí. Buena parte de los cambios económicos se consolidarían y despejarían cualquier tipo de duda si pudieran ir en la Constitución. Por ejemplo, la independencia absoluta del Banco Central a mí me gustaría tenerla escrita ahí; una regla fiscal para que la Argentina no tenga más déficit sistemático; una nueva ley de coparticipación. Ahora, eso es un punto de llegada, no un punto de partida. Argentina no va a tener el 70 porciento después del proceso electoral que viene; nadie va a tenerlo. No va a existir eso, es una fantasía. En el corto plazo, las reformas hay que hacerlas con el mandato popular y siendo claros en la calle. Si hay alguna duda respecto de esas reformas en el trascurso y la calle se tensa, habrá que hacer una consulta popular. Aunque para eso se necesita también mayoría parlamentaria.
- ¿Pero no es mejor que lo resuelva la política?
- Lo que pasa es que sería bueno que lo resuelva la política si estuviera cerca de la gente, pero si la política está fragmentada en la Argentina...y, por otra parte, la clase política tampoco goza de buena salud. De hecho, el candidato que más crece en las encuestas es Milei, justamente, haciendo un punto en donde todos estamos de acuerdo: "la política está podrida y no resuelve los problemas de la gente". El problema de ese punto es que está bien en el diagnóstico, pero la respuesta tiene el problema. ¿Cuál es la respuesta? Sin política no se puede.
- ¿Gerardo Morales o una interna abierta con otro integrante del radicalismo?
- Punto uno: el radicalismo tiene que tener, no solo para JxC, un candidato presidencial competitivo. Yo voy a trabajar para que eso sea posible. Punto dos: hasta ahora hay un solo candidato con aspiraciones, que además tiene una muy buena gestión en la provincia (de Jujuy) para mostrar; tiene carácter; ordenó la caja en su provincia e hizo trabajar al sector privado con el público; ordenó la calle y metió en cana a los corruptos.
Tenemos un buen candidato, aunque no es tan competitivo ahora, es verdad. Hay que hacerlo crecer desde ese punto. Si en el medio podemos construir una candidatura que sea más competitiva, inclusive, mejor todavía. No hay problema con eso. Veo difícil saldar eso en una interna abierta. Salvo que exista un furor colectivo para dirimir una cuestión interna, que no parece existir hoy, no tiene sentido una convocatoria para decir quién.