Manejo del fuego: un proyecto que trata al productor como un delincuente
Por Alicia Fregonese.
Esta semana se trató en la comisión de Recursos Naturales y Ambiente de la Cámara de Diputados un proyecto de Ley sobre el manejo del fuego presentado por Máximo Kirchner que, una vez mas, como nos tiene acostumbrados el oficialismo, muestra un profundo desconocimiento del sector agropecuario y, lo que es peor, trata al productor como un delincuente.
Efectivamente, este proyecto presupone la culpabilidad del dueño del campo incendiado, algo contrario a todo principio jurídico, y prohíbe por 60 años realizar cambios en el uso y en el destino de esas superficies así sean los incendios provocados o accidentales, o que quemen vegetación viva o muerta.
Estos cambios propuestos a la Ley 26.815 de Manejo del Fuego no aportaran ninguna solución al problema del fuego porque parten del supuesto absolutamente erróneo de que los incendios son todos provocados por los titulares de los predios incendiados con fines especulativos.
Las restricciones al dominio que propone este proyecto prejuzgan el dolo del titular del predio cuando hubiere incendios provocados o accidentales sin tener en cuenta quién haya sido el causante del incendio.
En vez de tener que discutir esto hubiéramos querido discutir cómo solucionar el problema de los argentinos que están viendo sus bienes arrasados por el fuego en distintas provincias de nuestro país.
Pero el oficialismo parece estar empecinado en tratar a las apuradas proyectos que traen más problemas que soluciones.
Pareciera que se busca tapar los problemas de gestión de los incendios con la sanción de una Ley, que -todos sabemos- podría generar graves inconvenientes a los productores agropecuarios.
Hubiéramos querido también que la ministra Frederic y el ministro Cabandié se hicieran presentes en la Comisión para explicarnos qué dificultades tuvieron en la gestión para que el problema de los incendios haya sido atendido tan tarde desde el Gobierno nacional. De esa forma, los hubiéramos ayudado a buscar las soluciones para que esto no se repita en la magnitud y el descontrol en que está sucediendo.
Pero el ministro Cabandié y la presidencia de esta Comisión insistieron equivocadamente en que la solución de los incendios pasaba por una Ley de Humedales y toda la energía de esta Comisión se concentró en eso.
Cuando los incendios se generalizaron en la zona semiárida de Córdoba abandonaron esa idea, postergaron la Ley de Humedales y a las apuradas nos presentan esta Ley que, como ya dijimos, no trae ninguna solución a los argentinos que sufren los incendios, sino todo lo contrario, más problemas.
Existen sobrados datos que respaldan el hecho de que la gran mayoría de los incendios no fueron intencionales y menos aún con la idea de cambiar el uso del suelo y que demuestran que el proyecto de Ley presentado no tiene fundamentos.
En efecto, según información publicada por el INTA Anguil, durante los incendios generados en la sequía 2017-2018 en la provincia de La Pampa se registraron 310 focos en los que se quemaron 1.014.120 hectáreas mayoritariamente de caldenales.
Esto representa el 43% de los 719 focos y el 59% de las 1.719.558 hectáreas quemadas a lo largo de todo 2017 y 2018 en todo el país. En ninguna de esas hectáreas se modificó el uso de los suelos.
Tomando como ejemplo el 59% de los incendios ocurridos en todo 2017 y todo 2018 ninguno de ellos estuvo vinculado al cambio del uso del suelo. Durante los dos años siguientes a los incendios se sembraron en La Pampa 150.000 hectáreas menos que antes de los incendios.
Estos datos demuestran que el proyecto de Ley parte de una visión equivocada y de enormes prejuicios acerca del productor agropecuario y de los campos incendiados. Y, lamentablemente, se pretende legislar sin un necesario conocimiento previo lo que trae como consecuencia un proyecto de Ley que en vez de ocuparse de la solución de un problema real como son los incendios, generará un problema aun mayor a quienes lo sufran.
Por Alicia Fregonese, diputada nacional por Entre Ríos de Juntos por el Cambio.