Mandaron a un calabozo a un ex chofer de Alperovich por ser “testigo reticente”
El fiscal Abraldes pidió al juez Ramos Padilla su detención. Se resolverá cuando termine la audiencia en el juicio por presunto abuso sexual.
El cabo primero David Cayatta, un ex custodio y chófer del ex gobernador tucumano José Alperovich, quedó este lunes momentáneamente privado de su libertad por pedido del fiscal que interviene en el juicio, quien lo consideró “testigo reticente”.
Ocurrió durante una nueva jornada del juicio oral en el que Alperovich comparece como acusado por el delito de abuso sexual agravado contra una joven que es su sobrina y, a la vez, fue su empleada.
Cayatta comenzó a ser interrogado por la fiscalía pero el tenor de sus respuestas, sus evasivas y supuestos ocultamientos llevaron al fiscal Sandro Abraldes a pedirle al presidente del tribunal, el juez Juan Ramos Padilla, que lo alojara provisoriamente en un calabozo del edificio donde se desarrolla el juicio.
Esa suerte de detención tiene por objetivo hacer reflexionar al testigo sobre su actitud reverla y continuar con su declaración con una actitud colaborativa.
Como testigo, Cayatta está a obligado a responder con la verdad sobre todo lo que supiere y le fuere preguntado, pero el fiscal entendió que estaba mintiendo en sus respuestas y pidió al juez que dispusiera su detención.
Ramos Padilla ordenó que fuera alojado en una sala contigua, que funge a modo de calabozo improvisado, y decidió continuar con la audiencia, que tenía previstas otras testimoniales que aún se están desarrollando.
Cuando concluya la audiencia, el juez resolverá qué temperamento adoptará sobre el chofer-custodio.
"Le pido que durante este tiempo reflexione", le pidió el juez al testigo.
Las evasivas de Cayatta se relacionaron con las preguntas del fiscal sobre los diálogos, personales y por mensajería de chat, que había mantenido contra la denunciante de Alperovich.