Mafia de los medicamentos: unifican las causas con las del triple crimen de General Rodríguez
Solange Bellone, esposa de Sebastián Forza, asesinado en 2008, aparece imputada por la venta de medicamentos adulterados sustraídos de hospitales y obras sociales.
Dos causas por la denominada “mafia de los medicamentos” tramitarán juntas porque una de las imputadas, Solange Bellone –la esposa de Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez- aparece mencionada en operaciones ilegales en ambos expedientes.
El Tribunal Oral Federal número dos resolvió declararse incompetente y enviar el expediente al número cinco, donde ya está radicada la causa principal, por hechos ocurridos entre 2007 y 2008. Estos nuevos hechos que ahora se acumulan a los anteriores tuvieron lugar hasta 2013, según se desprende de la documentación de la causa.
“Sin perjuicio de que ambas causas tramitaron separadamente durante su etapa instructora e, incluso, en distintas judicaturas, lo cierto es que en dichos obrados se investiga la presunta participación de una misma imputada en diversos hechos”, sostuvieron los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Javier Feliciano Ríos.
“Atendiendo que las presuntas maniobras delictivas investigadas en ambas actuaciones gravitan respecto de la misma persona, Solange Marina Bellone, nada obsta que la prueba recabada en ambas actuaciones guarde íntima vinculación y sea complementaria o concurrente”, añadieron.
Los jueces consideraron que “la celebración del debate oral y público de ambas actuaciones en única instancia plenaria o bien por una única magistratura se presenta como la modalidad procesal indicada a efectos de dilucidar los hechos sometidos a juicio”.
Además de Bellone, en la causa también están imputados Juan Carlos Ragozzini (sobreseído por muerte), Juan Ignacio Ragozzini, Dante Daniel Contreras, Osvaldo Humberto Zavala Correa, Mario Martín López Magallanes y a Juan José Equetino.
Todos están acusados de “haber almacenado con fines de comercialización y comercializado medicamentos peligrosos para la salud, tanto adulterados como de dudoso origen (desviados de hospitales, obras sociales, programas de salud o directamente de pacientes que no los utilizaban) disimulando su carácter nocivo”.