La camisa celeste luce impecable como siempre, sin una sola arruga, su rostro no tanto. En su conversación telefónica asegura a su interlocutor boquense que en su caso dio media vuelta olímpica, ya que celebra el resultado deportivo pero está muy preocupado por como está hoy el club administrativamente. Enumera aprietes a periodistas que osaron criticar a Román y que han optado por morigerar sus dichos ante el temor. Asegura que con el actual vice de Boca hasta hace poco intercambiaba algún chat, pero que eso ya no sucede.

Inquieto por el presente xeneize mas allá del titulo obtenido, vislumbra al ex gerente general de la institución Andrés Ibarra como su candidato a presidente en las próximas elecciones y hasta juega con la idea de ser asambleísta.

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La excusa del futbol le permite tirar el primer título de la mañana, consultado si no iría de candidato a presidente de Boca, responde que no sería candidato a presidente de nada. Sobre su escritorio esta el reportaje que Horacio Rodriguez Larreta dio a un importante diario el fin de semana, Macri elogia los dichos del político porteño, asegura que esta mejorando y que esta empezando a entender que cuidándose de decir cosas con tal de evitar enemigos, hace todo lo contrario de Patricia Bullrich y que por lo que se ve en las encuestas, la estrategia no es muy beneficiosa.

Para Macri uno de ellos dos, será el próximo presidente de la Argentina, imagina a Manes tercero en las Paso de Juntos y cree que Martin Lousteau a quien considera uno de los tipos mas inteligentes del país tiene chances en la ciudad, aunque lo ve un poco contradictorio, a su vez elogia a su primo Jorge, de quien cree que es de los pocos que se le planta a Larreta.

Macri no lo quiere demasiado a Gerardo Morales, piensa que Jujuy tiene un gran potencial con el litio, el turismo, las energías alternativas etc ,inquietudes de las que se considera padrino. Pero ve en el radical a un estatista muy allegado a Massa de quien sí destaca como enfrentó a Milagro Sala.

El diario del domingo queda a un costado y el ex presidente le comenta a sus interlocutores que, con el diario del lunes, te das cuenta de aquello que hubieras hecho distinto. Asume que Melconian debió haber sido su primer ministro de Economía, que para su mentalidad de Ingeniero fue difícil comprender que el relato en Argentina es tan importante como las obras, que en un país adicto al dólar debió haber dejado el tipo de cambio fijo luego del acuerdo con el Fondo, que la inflación había bajado al 1,3% y que la victoria del Kirchnerismo en las primarias empeoró todo. Ahí recurre a una frase de Juan Carlos de Pablo, acerca de que la gente no escapa del que se va, sino del que viene.

Pensando justamente en lo que viene, esta vez recuerda a su amigo Pichetto que recomienda no reincidir en el error del "buenísimo" y pone énfasis en la necesidad de llegar a acuerdos en la coalición no solo para ganar, sino para gobernar, porque después en diez días tener que asumir el mando y sin consensos es imposible.

La pregunta inevitable llega sobre el final de la ronda de café, consultado sobre Milei, desliza que sería bueno que llegue con nosotros a la segunda vuelta y que sería mas fácil acordar en el Congreso que con los kirchneristas. Sorbiendo un trago de agua admite el mal trago del comunicado donde se nombraba al libertario innecesariamente y es ahí donde exculpa a Patricia y apunta a radicales y a la Coalición Cívica, aún así cree que ese día tocaron fondo, pero que ya empezaron a remontar.

Se levanta del mullido sillón, su gesto corporal invita a la despedida, sigue pensando que el plan V no hubiera sido exitoso, confiesa que lo consultó con Felipe González quien le dijo, que de nominar a María Eugenia Vidal a la presidencia, hubiera sido difícil terminar su periodo de gobierno y que esa era su obligación, lograr que por primera vez en noventa años un gobierno no peronista termine su mandato..Macri lo terminó y según sus dichos, para siempre.