Los habitantes de las Islas Malvinas irán este miércoles a las urnas para elegir a los nuevos miembros de la Asamblea Legislativa, con 15 candidatos que comparten el rechazo a la Argentina y denuestan cualquier intento de acercamiento con la parte continental del país.

El costoso proyecto de renovación del puerto y la chance de endeudarse para poder sustentar las obras; la necesidad de contar con un servicio de internet eficaz y accesible; la posibilidad de instalar la salmonicultura; los bajos montos de las jubilaciones; la transición hacia energías renovables; el alto costo de la construcción y la falta de créditos hipotecarios; los recurrentes viajes de los legisladores a Londres, fueron los principales temas de la breve campaña electoral isleña.

Según los datos oficiales del padrón kelper, un total de 1.610 personas están habilitadas para sufragar: 1.356 en la jurisdicción de Stanley (Puerto Argentino) y 254 en el Campo (el interior del archipiélago).

Los votantes deben elegir a las personas que ocuparán las ocho bancas de la Asamblea Legislativa isleña: cinco son en representación de Stanley (Puerto Argentino) y tres por el Campo, de acuerdo a lo fijado por la Constitución británica del archipiélago.

La Asamblea tiene como funciones diseñar el presupuesto, sancionar las leyes y elegir tres representantes del cuerpo para formar parte del Consejo Ejecutivo de Gobierno de las islas, que integran junto al jefe ejecutivo, el secretario de finanzas, y el gobernador: éste último es designado por la Reina.

Quince son los candidatos que se postulan para alcanzar esos escaños (diez nacieron en las Islas y cinco en el exterior -cuatro ingleses y una chilena-): por Stanley (Puerto Argentino) se presentan Emma Brook, Peter Biggs, June Besley Clark, Chris Locke, Leona Roberts, Mark Pollard, Stacy Bragger, Roger Spink, Gavin Short, Gary Webb y Zane Hirtle, mientras que por el Campo van Teslyn Barkman, Ana Crowie, Ian Hansen y John Birmingham. Varios de ellos buscan la reelección en sus cargos: Barkman, Bragger, Hansen, Pollard, Spink y Roberts.

Más allá de los diferentes orígenes y visiones, todos los postulantes a la Gilbert House (sede de la Asamblea Legislativa) comparten el rechazo a las políticas argentinas que imponen sanciones a empresas que realicen actividades en las Islas Malvinas sin la autorización del Gobierno y cuestionan cualquier posibilidad de que los vuelos entre el continente y el archipiélago tengan como ciudad de destino a Buenos Aires. "No me gusta la Argentina y mientras menos tengamos que ver, mejor", lanzó Emma Brook.

La cuestión de las telecomunicaciones y la chance de que la cobertura sea de una empresa instalada en la Argentina continental fue otro de los tópicos de campaña. "Si hay una estación terrestre construida en la Argentina, las señales y las comunicaciones bajarán ahí: ahora tenemos que asegurar nuestras tele comunicaciones. Que nuestras comunicaciones bajen a la Argentina sería una línea roja que yo no cruzaría", manifestó Gavin Short.

Cualquiera sea el resultado de los comicios, lo único claro y seguro es que la población isleña en su gran mayoría seguirá viendo con recelo y desconfianza a la Argentina continental.