Los abogados que representan a Cristina Fernández de Kirchner en la causa por el intento de magnicidio denunciaron que el diputado de Juntos por el Cambio Gerardo Milman entregó para peritar un teléfono celular personal que no es el que utilizaba cuando se produjo el atentado Milman entregó para peritar.

Según una presentación de una quincena de páginas, Milman habría entregado a la Justicia como parte de las medidas de prueba ordenadas por la Cámara Federal porteña de un modelo de IPhone que se comenzó a comercializar en Estados Unidos en setiembre de 2022, es decir después del atentado.

“Esto implicaría que Milman entregó un dispositivo que no tenía (o, al menos, no tenía en uso vinculado con esa línea) antes del atentado y que tampoco utilizó en las diez semanas posteriores”, sostuvieron los abogados José Ubeira y Marcos Aldazábal.

Su actitud supuestamente colaborativa es una burla a la Justicia”, embistieron.

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El escrito afirma que Milman “compró el último dispositivo disponible luego del ataque contra la Vicepresidenta, en el evidente conocimiento de que ese aparato era inexpugnable tecnológicamente”.

Que este teléfono haya salido a la venta después del atentado muestra que nunca puede haber sido el que usó en las fechas previas y posteriores al ataque”, insistieron.

Los querellantes vincularon esa supuesta conducta de Milman con otro hecho por el cual también apuntan la investigación sobre el conocimiento previo que pudo haber tenido sobre el ataque a la vicepresidenta.

“Esta circunstancia es concordante, también, con el relato de Ivana Bohdziewicz respecto a lo sucedido en las oficinas de Patricia Bullrich, cuando le dijeron a (la secretaria, Carolina) Gómez Mónaco que compre un nuevo celular: ahora sabemos que también era un iPhone 14 Pro y que, tal como le dijeron en esa reunión, el celular no pudo ser abierto por los peritos”, linkearon los abogados.

“Es evidente que tanto a Milman como a su círculo se los puso en conocimiento de que deberían comprar los últimos aparatos disponibles para preservar su contenido, más allá de los procesos de borrado”, concluyeron.

Los querellantes  pidieron una nueva batería de pruebas: “Si Milman no tuvo nada que ver con el atentado, no es fácilmente entendible por qué habría convocado a peritos y abogados para borrar prueba que sabía que era relevante para esta investigación”.