El ex secretario de Turismo del gobierno de Fernando De la Rúa, Hernán Lombardi, declaró hoy como imputado por la compra de unos campos en San Luis que fueron pagados pero nunca se obtuvo su propiedad, que aquella operación fue “una decisión política”.

La operación frustrada se inició en el año 2000 y consistía en la compra por parte del Estado de unas ocho mil hectáreas de pastizales en San Luis, en donde crecía el venado de las Pampas, una especie en peligro de extinción.

Sin embargo, la operación nunca se perfeccionó y el Estado, pese a pagar alrededor de 1,5 millones de dólares, jamás accedió a la propiedad de esas tierras.

La jueza María Servini preguntó a Lombardi por qué la operación avanzó sin el aval de un dictamen jurídico previo, a lo que el ex funcionario respondió: “no recuerdo que eso pesara en el ánimo de tomar la decisión. Había necesidad de comprar, no pensé en su momento que fuera necesario”.

Lombardi, quien fue secretario de Medios durante el gobierno de Mauricio Macri, está acusado por defraudación en perjuicio de la administración pública por aquella operación, en la que recordó haber intervenido a raíz de “un préstamo y una donación de 10.000.000 dólares del Banco Mundial para el mejoramiento de parques nacionales”.

La jueza le señaló que el importe convenido para la operación fue superior al de la tasación de los campos.

No recuerdo los hechos. (…) Son campos que no tienen como único fin el de preservación, por lo tanto el valor del bien está relacionado al usufructo. Por eso seguramente pidieron más dinero”, intentó explicar Lombardi. 

“El hecho central era la preservación del pastizal pampeano”, declaró Lombardi, pese a que el acuerdo que no llegó a concretarse incluía una suerte de comodato gratuito durante diez años a favor de los tenedores del terreno para explotación de agricultura.

Por qué se suscribió el boleta

Servini quiso saber  por qué se suscribió el boleto de compraventa sin el dictamen de asesoría jurídica, a lo que Lombardi explicó que fue una “decisión política, en el marco de la decisión prioritaria de que era el único bien para ser elegido”.

“La cuestión de la protección ambiental pesó enormemente a la hora de la firma del boleto. Había dictámenes muy claros que debía comprarse ese campo”, justificó

Interrogado sobre si esa “urgencia” para la compra había quedado plasmada en algún instrumento legal, Lombardi recordó que existieron “muchos ayuda memorias con el Banco Mundial” y la opinión favorable de la Fundación Vía Silvestre.

Respecto de la financiación de la operación, Lombardi recordó que “se había generado un fideicomiso” y además “se había ganado un juicio por el Llao Llao”, el hotel ubicado en cercanías de San Carlos de Bariloche.

“El entorno general era una crisis generalizada pero los fondos estaban garantizados por el juicio. Tenía los fondos para el boleto pero tenía el dinero del juicio para la compra, que al final se demoró”, describió.

Ese es uno de los puntos en cuestionamiento, porque las demoras en la concreción de la operación derivaron en una erogación adicional por parte del Estado del orden de los 350 mil dólares como compensación.

Además, la orden de pago se libró tres días antes de que se firmara el boleto de compra – venta.

No lo recuerdo, me imagino que tiene que ver con actos administrativos”, se excusó el ex funcionario.