La UCR hizo un último intento para evitar la sesión por la reforma jubilatoria pedida por el bloque de Pichetto
La bancada que preside Rodrigo de Loredo le pidió al Gobierno que convoque de manera "urgente para esta semana" a la comisión de Previsión y Seguridad Social.
En un guiño político hacia el oficialismo, el bloque de diputados nacionales de la UCR cuestionó hoy la convocatoria a la sesión especial de mañana realizada por la bancada Hacemos Coalición Federal para tratar una nueva fórmula de movilidad jubilatoria y le advirtió que puede “servir de escenario especulativo al kirchnerismo”.
En este sentido, le pidió al Gobierno que convoque “de forma urgente, para esta semana, a la Comisión de Previsión y Seguridad Social a los fines de dar inmediato tratamiento a una nueva fórmula del haber jubilatorio”.
Según sostuvo el bloque presidido por Rodrigo De Loredo en un comunicado, “el riesgo” de las sesiones especiales pedidas por espacios opositores es que "al no juntar dos tercios de los miembros, no logren resolver los temas generando una falsa expectativa y más frustración".
Según pudo saber la agencia Noticias Argentinas, en caso de que el oficialismo no logre desactivar la sesión, la UCR daría quórum para habilitar la sesión, pero probablemente no acompañe el proyecto de la Coalición Cívica para indexar mensualmente las jubilación por inflación, iniciativa que requiere de dos tercios de los votos para lograr la media sanción.
"Ante la inactividad del gobierno, que intencionalmente duerme el parlamento para evitar ser controlado y luego permitirse denostarlo, distintos bloques han acudido legítimamente a solicitar sesiones especiales. El riesgo de las mismas es que, al no juntar dos tercios de los miembros, no logren resolver los temas generando una falsa expectativa y más frustración", indicaron los diputados radicales.
“Peor aún, pudiendo servir de escenario especulativo al kirchnerismo para una sesión sin efecto práctico mayor que poner en funcionamiento una comisión", agregó la bancada de la UCR.
La UCR insiste en señalar al kirchnerismo como principal antagonista en el espectro político, pese a que gobierna La Libertad Avanza, y por eso intenta incidir para evitar un escenario que quiere evitar a toda costa: quedar pegado a Unión por la Patria.
Los votos del radicalismo son claves ya que eventualmente podrían contribuir a esos dos tercios que le propinen una derrota estridente al Gobierno. También son decisivos por el efecto contrario: bloquear esa mayoría agravada que impida a la oposición alzarse con una media sanción.
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el presidente del bloque del PRO, Cristian Ritondo, trabajaron subrepticiamente para frustrar la sesión, a través de una táctica de disuasión sobre los principales referentes de Hacemos Coalición Federal, la bancada que coordina Miguel Pichetto.
Sin lograr los resultados esperados, las gestiones se redirigieron al radicalismo, en particular con De Loredo, para evitar que este bloque contribuya al quórum y apoye la ley de la Coalición Cívica.
Consiguieron una postura intermedia, reflejada en el comunicado que se conoció en la madrugada, que fue producto de varias horas de reunión de bloque en la cual no faltaron los reproches hacia el cordobés por no defender al presidente del partido, Martín Lousteau, de los agravios que le había propinado el presidente Javier Milei.
También se discutió la posibilidad de introducir en la sesión el proyecto encabezado por Mario Barletta para declarar la emergencia en seguridad en la provincia de Santa Fe, que se conoció ayer con el apoyo de todos los sectores del partido centenario.
El comunicado del bloque UCR se conoció poco después de difundirse un documento del Comité Nacional y de la Convención de la UCR en el que carga las tintas contra el Gobierno y exige mantener el poder adquisitivo de las jubilaciones.
Este pronunciamiento -detrás del cual está Lousteau- le pone presión a la bancada radical para que vote una nueva fórmula de forma urgente aunque no tenga el consenso del Gobierno, y busca contrapesar la impronta "colaboracionista" que De Loredo le imprime al bloque.