"La razón de la sinrazón" se apoderó del discurso político argentino
El autor plantea que "La razón de la sinrazón", emulando al Quijote, se apoderó del discurso público absolutamente desconectado de la tragedia sanitaria, económica y social que padece el pueblo argentino.
"La Razón de la Sinrazón que a mi Razón se hace, de tal manera que mi Razón enflaquece, que con Razón me quejo de vuestra fermosura...", reflexiona El Quijote en su locura de amor por Dulcinea.
El gran intelectual mexicano José Hurtado Gálvez analiza esta maravilla y dice que éste es el momento, en la genial obra de Cervantes, cuando las palabras dejan de tener su referencia con el contexto externo en el que se pronuncian, adquieren significación en sí mismas y son sólo un reflejo de la locura de quien las pronuncia.
Algo de esto está pasando en la política criolla. No digo que están todos locos, pero "La razón de la sinrazón" se apoderó del discurso público absolutamente desconectado de la tragedia sanitaria, económica y social que padece el pueblo argentino.
Por ejemplo, el novelón de Pfizer. El Presidente explicó a unos periodistas todo lo que hizo para acordar con los gringos, y termina su argumentación interpelándolos...
"¡Y, díganme! ¿por qué no acordamos?" Luego, en YouTube trató de explicar "la razón de la sinrazón...". "Me pusieron exigencias desmedidas que comprometían al país". El ex ministro Ginés agregó: "Nos pidieron cosas indignas". Una diputada completó: "Parece que Perú y Brasil cedieron recursos naturales"
Me imagino una casilla de peaje de Pfizer en Machu Pichu y me quiero cortar las venas con un marlo. El día que superamos los 75 mil fallecidos, un medio oficial tituló: "Gracias al Plan de Vacunación, se salvaron de morir 5 mil personas".
"Cuando El Quijote habla, se sale del mundo, o mejor, crea su propio mundo en el que las palabras valen en tanto uno las haga valer, y no por su relación con el contexto al cual van dirigidas...", dice Hurtado Gálvez.
Para contribuir a la confusión general, una calificada dirigente opositora descargó alegremente: "Pidieron retornos". Y todo el Gobierno salió a denunciarla judicialmente. La última vez que ocurrió esto, la denunciada ocupó el centro del escenario y hoy la tenemos liderando la Argentina.
¿Y qué pasó con Pfizer? Nada, es el ridículo alineamiento de la política exterior argentina que nos aleja de USA y la Unión Europea; de interés estratégico además, de nuestros socios del Mercosur Y nos acerca a democracias dudosas, cuando no autocracias o Narcodictaduras.
Los únicos países latinoamericanos que no compraron vacunas a USA (Pfizer, Moderna ni J&J) somos Argentina, Venezuela y Cuba (te envidio las "juntas", dirían en Chilecito) López Obrador (que suele servir de excusa) es de izquierda pero no gil. Recibe semanalmente cientos de miles de vacunas de los gringos (además de ser socio privilegiado). Por algo tiene niveles exóticos de aprobación popular a casi 3 años de mandato; arriba del 60%.
Aquella misma política que justifica el horror que vive el pueblo venezolano. "El problema de los Derechos Humanos en Venezuela ha ido desapareciendo", dijo el Presidente, otra vez en modo Alonso Quijano "El Bueno". Y, sí. Está desapareciendo: 6 millones de venezolanos migraron de su tierra en los últimos tres años y deambulan por los países de la región buscando algo que se parezca a una vida para sus familias.
Relaciones Carnales (permítaseme una licencia noventosa) que nos llevó al (bochornoso) "Pacto con Irán", que no pocos dolores de cabeza le trajo a la Presidenta que lo firmó. Ahora bien, en nuestra política exterior "pasan cosas raras" como dijo la funcionaria que trató de "explicar" el fenómeno inflacionario.
Nuestra diplomacia profesional y varios de los mejores cuadros políticos del gobierno; empezando por el canciller Felipe Solá y Gustavo Beliz y siguiendo por calificados embajadores, de gran trayectoria y capacidad probada como Scioli (Brasil), Argüello (USA), Alfonsín (España) y otros que conozco, estarían más cómodos fortaleciendo la alianza con nuestros socios del Mercosur y cerrando acuerdos con USA y la Unión Europea. Hasta el mismo Alberto, cuyas opiniones críticas a la dictadura bolivariana quedaron en Twitter para la posteridad.
¿Y por qué entonces la ministra Vizzotti está meta selfies en los laboratorios cubanos y no en USA, donde ya se aprobó el Sotrovimad (85% de eficacia) para los cuadros leves y moderados de Covid-19?. Quedamos afuera de las vacunas gringas. ¿También del remedio?
Como en la Teoría de Okham, "En la explicación más simple suele estar probablemente la respuesta". El diseño y conducción de la Política Exterior y los alineamientos en la geopolítica internacional no están en la Rosada y responden a viejos compromisos, que exceden al presidente..
"El Presidente es el Comandante en Jefe de las FFAA y dirige las Relaciones Exteriores de la Nación...", comienza la definición más elemental de la institución presidencial...Por lo menos en el segundo atributo, hay un escalón arriba del Presidente. No me parece mal, es lo que el Pueblo votó. Lo que está en discusión es la (por lo menos) equivocada y riesgosa relación con el Mundo.
Pero más grave que la "crisis de la palabra y el discurso público" ante la tragedia sanitaria, económica y social que vivimos los argentinos, la democracia argentina tiene un problema mucho más serio.
La responsabilidad es de todo el arco político. Nuestra laxitud institucional. Los dos grandes líderes de la Recuperación Democrática, Carlos Menem y Raúl Alfonsín, convocaron y reunieron en Santa Fe 1994 a toda la dirigencia política del país, planteándonos el desafío de una renovada institucionalidad.
Tres meses en la Universidad del Litoral estuvimos desde el mismo Alfonsín, Menem, Duhalde, Cristina Kirchner, Carrió, Néstor Kirchner; grandes juristas como Rosatti, Maqueda, Zaffaroni; ex conspiradores como Aldo Rico, el Obispo Hesayne, once gobernadores... difícil imaginar hoy a todo el sistema político trabajando juntos por un Proyecto de País. Pero lo hicimos.
De aquellas históricas jornadas surgieron novedosas instituciones, derechos y garantías para los ciudadanos, y un nuevo Régimen Federal.
¿Y cómo estamos, a casi 30 años de aquella enorme Asamblea Constituyente? La Autonomía del Ministerio Público en riesgo legislativo y vacante el Procurador General hace varios años.
El Consejo de la Magistratura en un limbo, ya que su actual composición fue declarada inconstitucional por la Cámara Contencioso Administrativa en 2015 y está a resolución de la Corte Suprema.
Hace 10 años que está vacante la Defensoría del Pueblo de la Nación, organismo fundamental en la defensa del medio ambiente y los derechos de usuarios y consumidores.
La distribución de recursos, competencias y servicios entre la Nación y Provincias y una nueva Ley de Coparticipación Federal debería haberse sancionado hace 25 años!! (31/12/1996).
La escasa preocupación de las fuerzas políticas y la ausencia de estos temas centrales en la agenda pública, sumado al empeño en discutir pavadas es alarmante.
La pandemia está llegado a su fin porque los países centrales están logrando la inmunidad de rebaño (nosotros ya logramos ser "rebaño", nos falta la "inmunidad" dijera un compañero mío, escéptico él) y las vacunas van empezar a llover al Tercer Mundo.
Hay que poner en marcha la Argentina. Más allá del AMBA, hay un país y su pueblo angustiado, pero con sus fuerzas intactas.
Parafraseando al gran Scalbrini Ortiz, "Está sólo...", pero no nos va a esperar mucho tiempo más.