El procurador general adjunto de la Nación Víctor Abramovich volvió a dictaminar que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires no tiene competencia para revisar los fallos emitidos por las cámaras de los fueros nacionales de la Capital Federal.

Ese tironeo fue la razón invocada la semana anterior por la Cámara en lo Comercial para frenar, una vez más, la tramitación de la quiebra de la empresa Correo Argentino S.A., propiedad de la familia del ex presidente Mauricio Macri.

Abramovich ya había dictaminado en junio del año pasado,  ante un reclamo de la familia del difunto artista plástico León Ferrari al periodista y marchand Gabriel Levinas por haber vendido y no haberle liquidado el importe de sus cuadros, que el TSJ no es tribunal de alzada de los fueros nacionales de la Capital Federal.

La Corte Suprema tiene desde entonces pendiente una definición sobre esa cuestión.

Ahora, la Procuración fue llamada a dictaminar en el marco de otro proceso, una condena al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que lo obliga al pago de 2.460.000 pesos de multa “por el incumplimiento - durante el período de 15 de noviembre de 2018 a 13 de marzo de 2020- de la obligación de ‘Facturación y Cobranza de Efectores Públicos SE’ –FACOEP”.

La multa corresponde a la omisión “de otorgar en forma inmediata recursos para proceder a la internación de (una paciente) o de una vacante en un dispositivo acorde a las necesidades reclamadas en la demanda”.

“Opino que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no tiene competencia para revisar la sentencia dictada por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil”, reiteró Abramovich.

Por esa controversia, la Cámara en lo Comercial resolvió suspender la revisión del decreto de quiebra de la empresa Correo Argentino S.A.