La posible privatización de Tandanor blanquea que faltan proyectos importantes y presupuesto para las Fuerzas Armadas
Al revés de FADEA y de Fabricaciones Militares, el astillero Tandanor y Coviara permanecen entre las 26 empresas que podrían ser vendidas en su totalidad.
El peronismo cordobés continúa enseñando sus músculos. Con varios funcionarios relacionados al exgobernador Juan Schiaretti en el gobierno nacional y algunos legisladores que responden al gobernador Martín Llaryora, que ganó mucha influencia política en la Región Centro del país, se retiraron del paquete de privatizaciones, listado por los funcionarios del gobierno nacional en la ley denominada ómnibus, las empresas que tienen intereses en Córdoba como FAdeA, empresa dedicada a la producción y mantenimiento de aeronaves, cuya planta está ubicada en la ciudad de Córdoba, y Fabricaciones Militares, empresa del Estado Argentino con competencia en la industria de armas y la minería y con presencia en las ciudades cordobesas de Río Tercero, Villa María y en la localidad santafesina de Fray Luis Beltrán.
Sin embargo, de un listado original de 41 empresas a privatizar de manera completa, las negociaciones en la Cámara de Diputados durante la sanción en general del proyecto de ley “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, dejaron una lista con menos nombres propios.
Serán 26 las empresas a las que se les pondrá el cártel de “en venta” si los legisladores no realizan más modificaciones en el debate en particular de la ley que comenzará el martes 6 de febrero. Y, el Banco Nación, Argentina Nucleoeléctrica Argentina S.A. y ArSat S.A. podrían ser privatizadas de manera parcial si se avanza en la sanción de la ley.
“Sacaron todas las que están en Córdoba, entre ellas Dioxitek”, una compañía pública que garantiza el suministro de dióxido de uranio que se utiliza en la fabricación de los elementos combustibles para las centrales nucleares de Embalse, Atucha I y Atucha II.
Pero, Coviara, Construcción de Viviendas para la Armada Argentina S.E. y , el astillero Tandanor, no parecen tener la misma consideración que las compañías estatales con sede en Córdoba.
Tandanor, está ubicado en Buenos Aires y, a pesar de ser uno de los talleres de reparaciones navales más grandes de Latinoamérica y el tercero en importancia mundial, desde su reestatización en 2007 por el extinto presidente Néstor Kirchner, se han reparado más de 860 buques nacionales y extranjeros.
Fundado en 1879, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, parte de la generación del ‘80 del siglo XIX que hizo grande a la Nación Argentina, como suele recordar el presidente, Javier Milei, tuvo un proceso de privatización previo que terminó de la peor manera. Con una quiebra.
En 1991 fue privatizada bajo el plan de privatizaciones del presidente Carlos Menem y en 1999, después de que los principales accionistas declararon una quiebra que se presume fraudulenta la mayoría de los trabajadores continuaron con sus tareas.
Al reestatizar Tandanor por decreto, Néstor Kirchner declaró nula de nulidad absoluta la privatización realizada en la década anterior y en recompensa por sus esfuerzos para mantener en actividad la empresa, los trabajadores del astillero recibieron el 10% de sus acciones. El resto pertenece al Estado Nacional.
Con esos antecedentes y en el contexto actual, fuentes militares de la Armada Argentina, explicaron que “la empresa funciona de manera muy eficiente, lo que le faltan son proyectos de envergadura, encargos que pondrían de manifiesto el interés del gobierno por reequipar a la Armada. Un país que cuenta con más de 8 mil kilómetros de costas río-marítimas. Tenemos un país con intereses marítimos evidentes”.
La sensación extendida entre la oficialidad de la Armada es que las últimas presidencias desde el 2010 a la fecha han “...desdeñado las capacidades militares del país, las vaciaron de proyectos y, lo más importante, de presupuesto y, esa falta de una política de Estado para el conjunto de las Fuerzas Armadas a lo largo de más de una década de desinversión contrasta con la capacidad de los técnicos y operarios de Tandanor y con su capacidad instalada”.
Capacidad instalada que el portal especializado, Zona-militar, contabiliza con los trabajos que se están realizando en la actualidad en el astillero para las Fuerzas Armadas.
Con el objetivo de modernizar la flota de remolcadores de la Armada Argentina, se están produciendo 12 unidades, de las cuales siete (7) pertenecen a la serie 40 TBP, y los otros cinco (5) a la serie 10 TBP, de 40 y 10 toneladas respectivamente.
Es el primer proyecto autónomo del astillero, que permitirá recuperar la capacidad de remolque, sin depender de terceros para maniobrar a las distintas unidades en su salida a navegación.
Ahora bien, los trabajos debieran estar finalizados pero la frase “no hay plata” no es nueva ni es original de Javier Milei. Viene desde la presidencia de Alberto Fernández.
Para el fundador y expresidente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval, Miguel Ángel Sánchez, el despropósito de vender Tandanor no se entiende porque posee “... balances positivos desde el 2020 a 2023. Otra razón, entender la importancia de Tandanor, que no es solo un astillero. No son solamente lugares donde se repara, diseña y construyen embarcaciones, estamos hablando de plantas y establecimientos metalúrgicos de tamaño único en América Latina”.
Para los expertos en Defensa que piensan que Tandanor no debiera ser privatizada y debería ser retirada de la lista como FaDeA y Fabricaciones Militares, se abrirá una lucha a partir de las discusiones en particular en la Cámara de Diputados y el posterior tratamiento del proyecto en la Cámara de Senadores donde el peronismo bonaerense tiene más chances de ser escuchado.