¿La metida de pata de Juntos por el Cambio?
Un análisis sobre el rechazo que lanzó la oposición ante la posibilidad de sumar a Javier Milei a la coalición.
La mesa nacional de Juntos por el Cambio, que conforman la UCR, el Pro y la Coalición Cívica, decidió que Javier Milei no podrá sumarse al partido, ya que consideran que este intenta romperla, y además es funcional al kirchnerismo.
Por otra parte, para desmentir que los vínculos entre las fuerzas que la integran están averiados, la alianza opositora dejó en claro que cualquier incorporación debe ser aceptada unánimemente por los tres partidos. A más de 17 meses de las elecciones presidenciales, es prematura la decisión tomada, y también lo es el intento de establecer a futuro los alcances de esta determinación.
Sin embargo, horas después del comunicado de Juntos, se observan varias torpezas, algunas fruto del narcisismo y otras de una sobreactuación.
Que una coalición de esta envergadura, que viene de ganar las elecciones legislativas y que gobierna la capital del país, varias provincias y ciudades grandes del interior, se ocupe públicamente de “subirle el precio a las acciones de un outsider de la política, es un error de timing y ponderación de las circunstancias".
El mayor favorecido con esta maniobra parece ser el propio Milei, a quien acusan de ser funcional a Cristina. No obstante a lo expresado en el comunicado, con esta decisión se termina siendo funcional a quien se pretende denostar.
Es importante entender la diferencia entre objetivos y consecuencias, y tener presente que en política los espacios vacantes se ocupan. Es así como el dirigente libertario de ideas semejantes, pero mas intensas que el PRO, termina cosechando básicamente entre los exvotantes de este espacio las simpatías que el partido de Macri ya no poseería.
De igual modo, como consecuencia de esta circunstancia, la principal fuerza antagónica del PRO, es decir el kirchnerismo, aparece como favorecido indirecto de este hecho. al igual que la afinidad que un sector denominado “halcones", tendría con Milei, no significan que este quiera romper Juntos o que quiera beneficiar a Cristina, en todo caso saca provecho de lo que la coyuntura le ofrece.
Horas después de la decisión, se oyeron los primeros reproches. Margarita Stolbizer consideró infantil poner el nombre de Javier Milei en el comunicado y Luis Juez manifestó su bronca al asegurar que era innecesario romper lazos con el economista 20 meses antes de las elecciones.
De alguna manera, el miércoles 27 de Abril del 2022 podría quedar en la historia como la contracara de la cumbre del radicalismo en Marzo del 2015 en Gualeguaychú, donde, a instancias de Ernesto Sanz, en una reñida votación, 186 de 330 delegados avalaron la conformación de una alianza con el PRO y la Coalición Cívica, que marcó el inicio de la derrota del kirchnerismo siete meses después.
Ante la pregunta de por qué Juntos por el Cambio incurrió en tamaño precocidad aparecen varias respuestas complementarias: el temor de un Macri ya lanzado a la candidatura presidencial, a que Milei cerca de su espacio lo esmerile, otra la exigencia del radicalismo de poner al liberal como un limite a la expansión de la Alianza. También los recelos de Lilita Carrió, además de la necesidad de sobreactuar la unión entre el PRO y la UCR el mismo día que a Gerardo Morales, dos importantes medios, habían calificado de cómplice de Cristina Kirchner.
En definitiva, sin alcanzar el dramatismo ni el histrionismo de una fractura digna de Pimpinela, entre el Presidente y su vice, en la alianza opositora también se cuecen Habas. A la hora de escoger, el PRO entendió que el radicalismo tiene lo que hoy llaman "territorialidad": miles de fiscales, decenas de intendentes y un puñado de Gobernadores. Habrá que ver si tiene los votos que compensen lo que Milei les esta birlando.