La mesa chica del PRO se reunió para bajarle el tono a la interna pero Bullrich no cede en su postura
Con la presencia de Mauricio Macri, la cúpula del partido amarillo buscó poner paños fríos luego de los cuestionamientos públicos de la presidenta del PRO a Rodríguez Larreta por no sostener el operativo policial el sábado pasado en Recoleta. No hubo acuerdo sobre cómo enfrentar al kirchnerismo en las calles.
En una reunión convocada por el ex presidente Mauricio Macri, la mesa chica del PRO acordó bajarle el tono a las declaraciones sobre el operativo policial el sábado pasado en las cercanías al domicilio de Cristina Kirchner en Recoleta, aunque la presidenta partidaria, Patricia Bullrich, ratificó sus diferencias con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quien sigue cuestionando sobre la forma en que un gobierno de Juntos por el Cambio debe plantarse para enfrentar al kirchnerismo en las calles.
El encuentro se inició pasadas las 13:00, en el marco de un almuerzo en un restaurante de Costanera Norte, del cual participaron también los demás líderes del PRO como María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni, Fernando de Andreis, Federico Pinedo, Laura Rodríguez Machado, Jorge Macri y Federico Angelini.
El ex presidente no se detuvo a hablar con la prensa ni en el ingreso ni a la salida del encuentro. En cambio, Santilli, muy cercano a Rodríguez Larreta, sí lo hizo y señaló que las diferencias entre Larreta y Bullrich deberían "discutirse internamente y no de cara a la sociedad". Con un tono mucho más apaciguado y conciliador, estas declaraciones del aspirante a gobernador bonaerense van en línea con la acusación formulada por el larretismo a Bullrrich de ser "funcional al kirchnerismo".
Tampoco la titular del PRO cedió en sus posturas, lo cual da la pauta que Macri apenas consiguió una tregua frágil entre las dos figuras presidenciables de su partido. Al retirarse del cónclave, Bullrich se detuvo frente a los micrófonos y las cámaras para compartir el balance de la reunión.
Pese a haber "dado por cerrado este hecho" (la polémica por el operativo policial en Recoleta), la ex ministra de Seguridad hizo una velada crítica a Rodríguez Larreta al sostener que "la centralidad de la ley debe ser la centralidad de Juntos por el Cambio".
"Hemos dado nuestra mirada sobre cómo tratar asuntos como el que sucedió el fin de semana", sostuvo, y agregó: "Nosotros hemos sostenido una posición en el sentido de que la sociedad tiene que ser absolutamente protegida y no se puede vivir en la anomia, en un país sin ley".
En varias entrevistas periodísticas, Bullrich había cuestionado a Rodríguez Larreta por no sostener el vallado y la presencia policial en el operativo de la Policía de la Ciudad del sábado pasado, y reclamó mayor "firmeza" y "carácter" para evitar que el kirchnerismo "gane la calle".
Además, Bullrich contó que se llegó a un entendimiento con el resto de los referentes del PRO acerca de cómo actuar cuando se repitan situaciones similares en el futuro y el Gobierno porteño deba intervenir en movilizaciones callejeras.
"Hemos decidido que cuando el Gobierno de la Ciudad toma previas consultas a todos los otros respecto del apoyo que necesita debe mantener la posición tomada. En caso contrario, lo que tiene que hacer el Gobierno de la Ciudad es no preguntar y hacerse cargo de las decisiones que toma y en consecuencia las decisiones serán su decisión y no las decisiones de todos", explicó.
Por su parte, Vidal afirmó que "fue una reunión como tantas otras para evaluar la situación actual y discutir sobre la distintas miradas y así va a ser siempre".
Sobre los dichos de Bullrich, la actual diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires puntualizó que "ella ya dio su opinión y es un tema terminado".
"Las discusiones internas del partido no son de interés público. Argentina tiene problemas mucho más grave, problemas que nos tienen que convocar", remarcó en sintonía con Rodríguez Larreta.