En los últimos días hemos visto la agenda de muchos políticos enfocada únicamente en armar artimañas en torno al Consejo de la Magistratura, partir el bloque mayoritario en el Senado para quedarse con el tercer lugar que le corresponde a la segunda minoría.

El problema es que en vez de estar viendo cómo se combate la inflación están viendo cómo lograr un integrante más en el Consejo de la Magistratura para colaborar con alguien que tiene un problema personal con la Justicia y que le preocupa su situación.

Desde nuestro espacio, el 13 de abril, que significó el último día hábil del plazo fijado por la Corte Suprema de Justicia, enviamos la nota S-729/22 a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner nominando a Luis Juez como consejero por la segunda minoría. Sin embargo, la vicepresidenta designó ilegítimamente a Martín Doñate, tras impulsar la maniobra de partición del bloque oficialista.

Es importante destacar que, a pesar de esta maniobra política, la segunda minoría con derecho a designar al tercer consejero es la que tenía esa calidad al momento de dictarse la sentencia, el día 16 de diciembre de 2021, cuando se genera la vacante.

Desde el interbloque PRO exigimos que se cumpla la Constitución y que el organismo encargado de designar, evaluar y remover a los jueces pueda funcionar como la ley manda, sin que nadie saque ventajas con estrategias que solo alimentan el oportunismo.

La clase política tiene que estar enfocada en solucionar los problemas de la gente, que para eso nos votaron. En lugar de estar todos trabajando para generar confianza y que vengan inversiones, trabajando para combatir la inflación, generar empleo y mejorar la vida de la gente, se está viendo cómo vulnerar a la Justicia, cómo tratar de zafar con avivadas.

Cuando en un país de tanto riesgo como el nuestro siempre cambian las reglas del juego, con impuestos nuevos, con trabas, retenciones, etcétera, el que puede invertir lo piensa más de dos veces, tiene que tener un margen muy grande sino ni se arriesga y eso también genera inflación.

Pero no invertir también es malo, porque no se produce ni se genera empleo privado. La única manera de combatir la pobreza es con trabajo privado. Generando un escenario estable para que quienes producen se animen a invertir.

Sin embargo, cuando los inversores ven que la Justicia funciona mal, que se va a cobrar un impuesto a la renta inesperada, solo piensan que mañana el ajuste les toca a ellos. Todo el esfuerzo que se hace en las provincias para atraer inversiones, después viene el Gobierno nacional con medidas de este estilo y las espanta.

Ésta debe ser una preocupación de todos, cuando se toca la Justicia, cuando a los inversores no se les garantiza la seguridad jurídica ni la propiedad privada, cuando en cualquier momento se les cae con un impuesto solidario o se los persigue con aplicar otro a la renta inesperada lo único que se logra es que esperen lo peor y se espanten las inversiones.

Este sábado escuchaba a una mujer en la manifestación del campo, en Plaza de Mayo, que decía: "Basta de palos en la rueda, de perseguir al sector productivo". ¡Cuánta razón! El campo es uno de los principales motores de la economía argentina, fuerte generador de divisas, fundamental para afrontar obligaciones. Hay que impulsarlo y dejarlo crecer, los impuestos y retenciones nos hacen menos competitivos y no solo perdemos mercados, también
perdemos empleo para los argentinos.

El país necesita que se cumpla la Constitución y que el organismo encargado de designar, evaluar y remover a los jueces pueda funcionar como la ley manda. Queremos Justicia, igualdad y que siempre que se gestione sea sin corromper la democracia y pensando en las personas. Hoy las personas piden trabajo y bajar la inflación para llegar a fin de mes. Escuchemos todos, oficialismo y oposición.

(*) - Roberto Basualdo es senador nacional por San Juan, del partido Producción y Trabajo, integrante del interbloque PRO.