El miércoles pasado, el senador de Entre Ríos fue detenido junto con su secretaria en Ciudad del Este, Paraguay, con 200 mil dólares sin declarar. Por qué en Concordia creen que se trató de una vendetta por su coqueteo con el gobierno nacional. Los antecedentes comerciales, económicos y políticos del ex funcionario de Gustavo Bordet.

“Kueider no es torpe, conocía la zona, se movía por esos pasos fronterizos”. La afirmación la realizó el periodista José María Herrera a NA quien está convencido que al senador peronista “lo vendieron” gente de su ex espacio político. Herrera es oriundo de Concordia, la localidad más pobre de la Argentina, y conoce al senador detenido en Paraguay, como nadie. Su casa está ubicada en la misma calle de Kueider, integrante de una numerosa familia con vínculos políticos con el histórico senador, Augusto “Choclo” Alasino.

Los caminos se cruzan en ambas historias. Alasino quedó en la historia por ser uno de los protagonistas de la causa “Banelco” que nunca se pudo probar en la justicia. A comienzos de siglo, y del gobierno de la Alianza, Fernando De la Rúa fue acusado por el sindicalista Hugo Moyano de haber sobornado al bloque de senadores del Partido Justicialista, a través de Alasino, para aprobar la reforma laboral. 14 años después, Alasino pidió un resarcimiento al Estado por creer que ensuciaron su buen nombre y que la causa fue un invento. 24 años después de aquel hecho, otro senador de su espacio político, fue acusado por su ex jefa política, Cristina Kirchner, de haber cobrado una coima del gobierno de Javier Milei para votar la Ley Bases.

Pero Kueider siempre fue peronista y trabajó para el gobernador Gustavo Bordet durante su mandato en la secretaria de gobierno. Representó desde ese cargo, la empresa estatal de ENERSA, distribuidora de energía eléctrica. Se metió en política en los tiempos en que Alasino caía en desgracia. Ese año sacó 80 votos como concejal de Concordia perdiendo la interna en la ciudad más pobre de Entre Ríos.  “El turco” conoció el negocio inmobiliario pero se interesó por los vínculos de la política con la prensa desde su gestión en la gobernación de Bordet.

Junto con Rodolfo Daniel González y 50 mil pesitos conformó Betail SA, una firma dedicada al comercio de granos y ganado. La firma era investigada por la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, por la adquisición de tres lujosos departamentos en Paraná, capital de la provincia. El edificio “Live” sobre la calle Santiago del Estero, en Paraná, guardaría varios secretos. Por esa investigación, los hermanos Tórtul, terminaron presos por pagar supuestos sobornos a ENERSA, empresa que supo representar el senador Kueider.

González había ingresado en la Biblioteca del Congreso de la Nación durante la gobernación de Jorge Pedro Busti, en el año 2004. En los comienzos del kirchnerismo, “Pajarito” González  abandonó el periodismo deportivo y se metió en política con Busti. Los caminos con Kueider se cruzarían en Betail y en el escándalo de la mochila en Ciudad del Este ya que “Pajarito” es el dueño de la camioneta en el que transportaba el senador peronista la mochila millonaria. Lo acompañaba una joven de 34 años de Concordia llamada Iara Guimsel Costa ex empleda en el senado de Kueider y que estaría vinculada sentimentalmente con él.

Guimsel Costa no tiene un origen humilde. Al contrario, su familia está vinculada al negocio de venta e importación de motocicletas. Cuando dejó el senado, ingresó en un cargo similar, con la misma categoría, su madre, Celina Erica Costa. Su hija había aceptado representar a Golden Sur en Asunción, Paraguay. Su tarea como apoderada de la firma sería adquirir mercadería en Ciudad del Este. Así lo afirmó en sede judicial para justificar la mochila con 212. 102 dólares, 646 mil pesos argentinos y 3.900.000 guaraníes –unos 500 dólares-. La mochila llevaba un pote de betún, posiblemente, para despistar a los perros aduaneros.

En Entre Ríos crece la hipótesis de que Kueider sería como un agente inmobiliario oculto de la política vernácula y que su ex secretaria oficiaba de testaferro. Sin embargo, el periodista Herrera, explica que en las principales ciudades de su provincia, agentes inmobiliarios promocionan, a plena luz del día y por redes sociales, las inversiones en Paraguay, algo así como el Punta del Este, para los argentinos de los años 90. 

Herrera recuerda que, cuando Kueider respaldó La Ley Bases, uno de los peronistas entrerrianos que más lo criticó fue Guillermo Michel, ex funcionario de Alberto Fernández y hombre de Sergio Massa. Michel manejó la Aduana y supo colocar en puestos de control a su gente de confianza.  Kueider soñaba con una embajada en la República Oriental del Uruguay gracias a su cercanía con el oficialismo nacional. Según el colega de Entre Ríos, era una estrategia perfecta para dividir, en las próximas elecciones legislativas, el voto peronista. Tenía demasiados enemigos en el partido. Nadie está limpio en esta historia.

La pista de las agencias de seguridad y de los negocios inmobiliarios, crece. La hipótesis de la vendetta política, también.