El índice de delitos y la polémica en torno al crimen del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía generó un nuevo cruce entre el Gobierno nacional y la Ciudad de Buenos Aires luego de que la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijera que "la estadística de la inseguridad" subió más en la Capital Federal que en la provincia de Buenos Aires.

Durante la conferencia de prensa que brindó en la Casa Rosada, Cerruti se refirió a la estadística sobre la cantidad de delitos y envió un tiro por elevación al Gobierno porteño, cuyo ministro de Seguridad, Marcelo D'Alessandro, la acusó de "distorsionar los datos" y usarlos "maliciosamente a días de las elecciones".

"Podría discutir que la estadística de la inseguridad en la Ciudad de Buenos Aires subió y en la provincia no, que son los datos que se anunciarán hoy", había manifestado la portavoz gubernamental, al tiempo que aclaró que de todas formas "en una situación como esta discutir estadísticas esta fuera de lo que la gente realmente siente".

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A través de su cuenta de Twitter, D'Alessandro salió a defender a la gestión porteña en materia de seguridad y contradijo a Cerruti: "Me sorprende que nuevamente distorsionen los datos y se usen maliciosamente a días de las elecciones: la tasa de homicidios en 2021 en la Ciudad es de 3 cada 100 mil habitantes, la más baja desde 1995".

El ministro de Seguridad porteño subrayó que "todos los delitos en la Ciudad disminuyeron en los últimos años, producto de una política de estado seria y responsable", y puntualizó: "Sin relato".

"No sirven las afirmaciones falsas ni las excusas. Lo que la sociedad necesita es que se pongan a trabajar para que cada vecino pueda vivir en paz", agregó el funcionario de la administración que encabeza Horacio Rodríguez Larreta.

El cruce se dio en el marco de la polémica en la que entraron el oficialismo y la oposición tras la conmoción pública por el asesinato del kiosquero Roberto Sabo en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Para el Gobierno nacional, según sostuvo Cerruti, Juntos por el Cambio hizo una "utilización electoral de la tragedia y el dolor de una familia".