La democracia está en peligro
El presidente del Partido Justicialista a nivel nacional dijo que los peronistas "están preparados para defender" a la vicepresidenta
Los peronistas, con la celeste y blanca en la mano, estamos preparados para defenderla. Los argentinos estamos asistiendo a un espectáculo bochornoso, que incluye a casi toda la oposición y tiene por único objetivo golpear al peronismo como a otros movimientos populares.
Lo intentaron en 2018 y 2019 y no lo lograron, porque la gente se dio cuenta del desastre del gobierno de Mauricio Macri y votó al peronismo.
Hablamos de arbitrariedad, lawfare, persecución, recurrir a una figura polémica como la de asociación ilícita, que se sabe que este delito se inventó para perseguir y encarcelar a opositores políticos, para no mencionar el odio visceral hacia el peronismo y lo que representa.
Esto no nace ahora con el trance por el que atraviesa la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El peronismo en el poder, entre 1946 y hasta que fue derrocado en 1955, fue víctima de hostigamientos: tanto el general Juan Domingo Perón los ha sufrido como su compañera Evita, incluso hasta después de fallecida.
El pueblo peronista reaccionó, movilizándose de manera espontánea para expresar su solidaridad con su líder.
Los líderes latinoamericanos le expresaron a Cristina su total apoyo y solidaridad. Todo el movimiento justicialista hizo lo propio: se declaró en estado de alerta y movilización en todo el país y convocó a sus máximos órganos partidarios. El movimiento obrero organizado se solidarizó y rechazó los cargos contra Cristina. Los peronistas no nos unimos para defender a Cristina, sino que porque estamos unidos salimos en defensa de Cristina.
Pero esto que está pasando en la Argentina con Cristina es un plan que tiene en la mira a los movimientos políticos de corte popular de América Latina.
Sólo alcanza con repasar lo que pasó en Brasil con Lula da Silva primero y con Dilma después, lo que sucedió en Bolivia con Evo Morales o con Correa en Ecuador, que se vio obligado a exiliarse.
¿Y qué utilizan para imponer sus criterios? El lawfare o guerra judicial. Y eso es lo que se está viendo.
Ya no vienen con tanques o ejércitos, sino que utilizan el poder económico, el mediático y el judicial como un engranaje aceitado y de precisión.
Todo este movimiento, que en apariencia parece destinado a perseguir a Cristina, a hostigarla, dañar su figura e inclusive a desmoralizarla, no es estrictamente hacia ella. Quieren hacer desaparecer al peronismo y a quienes defienden los intereses de nuestro pueblo.
Ya lo intentaron, miren sino lo van a volver a hacer. Pero el pueblo es sabio, a la gente no se la engaña con decenas de periodistas que están todo el día dando lata o con algunos opinadores que repiten como un mantra las frases que les pasan vaya uno a saber de qué usina macrista.
Tampoco engañan al pueblo los fiscales que parecen actores que están audicionando para Netflix, coucheados y en pose para las cámaras. No van a poder embaucar al pueblo argentino.
No caben dudas de que, como parte de un combate continental y mundial, en la Argentina se está librando una batalla trascendente. Sabiamente el general Perón nos indicaba que para librar una batalla era necesario fundamentalmente "unidad, solidaridad y organización".
En consecuencia, lo primero que deberíamos recordar los peronistas y en especial quienes más responsabilidades tenemos es que la unidad del campo popular y la solidaridad de quienes lo integramos son un elemento fundamental.
No trabajar para la unidad y la solidaridad entre los peronistas es atentar contra el pueblo argentino, porque aquí lo que está en peligro es la democracia.
(*) - José Luis Gioja es vicepresidente segundo de la Cámara de Diputados de la Nación; ex gobernador de San Juan y ex presidente del Partido Justicialista (PJ).