El coimputado por el doble homicidio por el crimen del diputado Héctor Olivares y de su asesor Miguel Yadón, Juan Jesús Fernández, pidió hoy la absolución en la causa en la que la fiscalía le pidió la pena de prisión perpetua por “homicidio agravado”.

El abogado de Fernández, Oscar Moyano, planteó al tribunal oral número nueve que Fernández “no disparó, no tuvo dominio del hecho” y se “sorprendió” por la conducta del confeso tirador, su primo Juan José Navarro Cádiz.

Ambos pertenecen a la comunidad gitana y estaban juntos en la mañana del 9 de mayo de 2019, cuando murieron víctimas de múltiples disparos el diputado Olivares y su asesor Yadón a metros del Congreso de la Nación.

En su alegato de hoy, que acaso haya sido la penúltima audiencia del juicio, el abogado Moyano explicó que su defendido Fernández fue ajeno a la decisión de disparar de Navarro Cádiz y que no formó parte de ningún plan criminal puesto que, cuando estallaron los tiros mortales, se bajó del automóvil, aún aturdido, sin comprender qué había pasado.

Más aún, conversó brevemente con Olivares y ni siquiera se percató que Yadón estaba tirado, malherido, lo que –contrariamente a la acusación del fiscal Ariel Yapur- muestra que no tenía intención de matar pues “podía perfectamente haberlo hecho en ese momento, y no lo hizo”.

Además, Moyano planteó una nulidad de un peritaje que halló “adn de contacto” en el interior del vehículo que ambos, Fernández y Navarro Cádiz, ocupaban (estacionado) cuando se produjeron los disparos.

En ese mismo contexto, el abogado Moyano pidió a “inconstitucionalidad de la prisión perpetua”, por considerarla una pena que no se ajusta a los preceptos de readaptación del delincuente que establece la Carta Magna.

 El tribunal, integrado por los jueces Ana Dieta, Fernando Ramírez y Luis Salas, pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles, cuando podrían resolverse cuestiones previas de trámite, escuchar las últimas palabras de los imputados y emitir el veredicto.

La fiscalía pidió para Navarro Cádiz la pena de 45 años de cárcel como autor material de los disparos y la prisión perpetua para Fernández, a quien acusó de ser el “coautor”.